“Welcome Novak”
Djokovic, con necesidad de jugar partidos, decide competir en la tierra barcelonesa
La web del 66.º Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó lo anunció a primera hora de la tarde: Novak Djokovic competirá la próxima semana en Barcelona. “Welcome Novak”, podía leerse. El serbio, alejado ahora de los mejores –13.º en la ATP– después de una larga ausencia de las pistas, quedó eliminado el jueves en Montecarlo ante Thiem, lo que perjudica su deseo de jugar muchos partidos para avanzar en su progresión. No es fácil volver a lo más alto, aunque Nadal o Federer han demostrado que es posible cuando algunos los situaban ya fuera de la élite. Ante el tenista de Belgrado se presentaban dos posibilidades: una era la tierra catalana; la otra, el torneo de Budapest, que se disputa en las mismas fechas. Finalmente, eligió la opción barcelonesa después de unas horas de incertidumbre.
La presencia del ganador de doce Grand Slam representa un gran aliciente para un torneo que, como cada año, ya reunía a los mejores especialistas de la tierra. Pero, sin duda, es un lujo tener a un jugador como Nole, que jugará en las instalaciones del RCT Barcelona-1899 por segunda vez. Su debut es muy lejano, en el 2006, cuando era el 178.º de la clasificación mundial. En aquella oportunidad, Daniel Gimeno Traver tuvo el privilegio de eliminar (6-3, 3-6, 6-3), en primera ronda, a un jugador que con el tiempo se ha convertido en uno de los mejores de la historia. Ese mismo año ya dio muestras de lo que sería capaz llegando a cuartos de final en Roland Garros –se retiró, por lesión, ante Nadal– y superando cuatro rondas en Wimbledon.
El serbio, que ha estado un total de 223 semanas como número uno del mundo –sólo le superan Federer, Sampras, Lendl y Connors–, detuvo su actividad en julio del 2017 por problemas en el codo derecho. Y el pasado febrero pasó por el quirófano para solucionar molestias en la muñeca. No es aún el de antes, pero afirma que “tengo buenas sensaciones. Soy realista y sé que no tengo el nivel para luchar contra los mejores, pero es cuestión de paciencia, de creer en mí, en mi juego”.
Tras romper con Marian Vajda, su entrenador desde el 2006, y tener en su equipo a una leyenda como Agassi y también a Stepanek, ahora vuelve a estar con el eslovaco. “Todo está bien”, dice.