Tenis para disfrutar
Las mejores raquetas del momento, con Rafa Nadal como número uno del mundo y Novak Djokovic, se concentran en un Trofeo Godó que promete grandes emociones
La presente edición del Trofeo Conde de Godó promete de nuevo el mejor tenis posible. El Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona acogió su presentación en el mes de marzo y ya se anticipó allí con la solemnidad debida lo que nos espera a partir del lunes sobre la tierra batida de las pistas del Real Club de Tenis Barcelona. “Tenemos con nosotros a Rafa Nadal, el mejor deportista español de toda la historia, y también a cinco tenistas que están en el top ten del ranking mundial”, dijo orgulloso entonces Albert Costa, excampeón del torneo en 1997 y su actual director deportivo. Casi dos meses después aquel ambicioso mensaje sigue en pie. Nadal es el favorito de un Godó que garantiza la presencia de las mejores raquetas del planeta, a las que se sumó ayer otro gigante como Novak Djokovic.
Dimitrov, Thiem, Goffin, todos en puestos punteros del ranking ATP, el español Carreño, el japonés Kei Nishikori, dos veces campeón en Barcelona, así como jóvenes promesas como los ru- sos Rublev y Khachanov o el surcoreano Chung... El cuadro de participantes está a la altura del pasado glorioso del Godó, creado en 1953 y por el que han pasado las mejores raquetas del momento, desde Borg a Wilander pasando por Santana, Orantes o Ivan Lendl. Casi nada.
Pero hace ya tiempo que el Godó es más que un torneo de tenis. Impulsado por la personalidad y la tradición del Real Club de Tenis Barcelona y propulsado por la colaboración del Banc de Sabadell, el evento más esperado del ba-
EL HOMENAJE
Toni Nadal recibirá el reconocimiento de la organización en la pista donde triunfó su sobrino
LA REPERCUSIÓN
Se espera in situ la presencia de unos 95.000 aficionados, 300 millones de espectadores por TV
rrio de Pedralbes trasciende lo deportivo y penetra en ámbitos como el social y el económico, tan necesarios como combustible para aportar energía a la ciudad. Si hay algo que distingue al Godó es el potente binomio que forma junto a Barcelona. No es casual que sean los propios jugadores quienes hayan resaltado que el torneo del RCTB es en el que mejor se sienten. Un premio ATP al torneo que mejor trata a los tenistas así lo atestigua. El gancho de Barcelona también echa una mano en esta importante distinción.
Pero subrayar la dimensión local del Godó y quedarse ahí ofrecería un análisis incompleto. La vocación del torneo siempre fue internacional y en los últimos años ese objetivo no ha hecho más que confirmarse. Se espera durante esta semana que los partidos sobre la tierra batida del RCTB, seguidos in situ por unos 95.000 aficionados, capten la atención de unos 300 millones de espectadores de 160 países distintos gracias a la transmisión televisiva, unas cifras de impacto.
El gran reclamo una vez más será sin duda Rafa Nadal, ganador de la friolera de 10 títulos, amo y señor sobre tierra tanto en Barcelona como en París o Montecarlo, de donde vendrá de jugar el balear como es habitual antes de aterrizar en el RCTB. Esta edición será especial para el apellido Nadal, por cuanto el tío y ya exentrenador del crack, Toni, recibirá un homenaje en la pista central, que para más concentración de emotividad lleva el nombre de su sobrino. Los Nadal se han ganado el respeto del club organizador no solo por sus victorias, sino por su capacidad de empatizar con los aficionados y empleados durante los siete días que dura la competición. Un total de 200 niños de la escuela del club participan por ejemplo en la organización del torneo.
Y más allá del tenis, ya se sabe que las 2,3 hectáreas de terreno que el club dedica íntegramente al Godó durante estos días dan para mucho. Como siempre la mejora de los servicios edición tras edición es un objetivo cuya exigencia no decae. Este año la zona del village volverá a brindar las mejores instalaciones para los sponsors, así como para espacios gastronómicos de gran nivel. Todo ello compatible con la sostenibilidad, una de las obsesiones del torneo, así como con numerosas iniciativas que buscan obtener recursos para acciones solidarias.
Y como novedad de este año, la celebración paralela de un torneo en el que los participantes no empuñan raquetas sino el mando de un videojuego. Los e-games han llegado al Godó.