El increíble dominio de Nadal
El balear buscará su undécimo título en Barcelona, un torneo en el que debutó en el 2003 y en que sólo ha perdido tres partidos
Nadal, Trofeo Godó y récords. Es un tres en uno que se ha convertido en una tradición primaveral, una dulce costumbre, un plato de primera clase que se sirve en Pedralbes y se disfruta en todo el mundo. Barcelona es la otra casa de Nadal, su otro hogar sentimental y tenístico, un hábitat donde se reconoce, donde se le idolatra y donde deleita con su superioridad y su compromiso. En las pistas barcelonesas el mallorquín ha protagonizado un auca, de chaval prometedor a campeón inabordable, de perla por pulir a diamante irresistible, de proyecto ganador a realidad casi imbatible. Nadie ha dominado un torneo en la era Open como el balear en el RCT Barcelona, en Montecarlo y en París. Diez títulos en cada una de estas tres plazas fuertes de la tierra lucen en sus vitrinas, una cifra que se antojaba en el pasado poco menos que imposible.
Pero prácticamente nada lo ha sido en la carrera de Nadal, repleta de obstáculos pero también de superación y de resurgimientos. El manacorense ha disputado en el Godó un total de 56 partidos y se ha impuesto en 53, números que muy probablemente nunca se superarán. Una máquina de devorar contrincantes año tras año porque el mejor jugador de la historia sobre tierra batida ha acudido una y otra vez al torneo. Esta será su decimocuarta participación en Barcelona, lo cual demuestra hasta qué punto esta historia pivota sobre la fidelidad y sobre el éxito. Desde el 2003, cuando se estrenó un día de Sant Jordi con triunfo ante el costarricense Juancho Marín, hasta hoy han pasado ya 15 años que han servido para convertir a Nadal en una leyenda. Los únicos tres hombres que lo han batido en Barcelona han sido Àlex Corretja en la edición de su debut, cuando el balear sólo tenía 16 años, Nicolás Almagro en 2014 y Fabio Fognini en 2015. De estos dos últimos tropiezos el manacorense se recuperó ganando con brillantez el torneo en 2016 frente a Nishikori y en 2017 contra Thiem. Le ha valido para iniciar otra racha en una competición en la que llegó a enhebrar hasta 42 victorias seguidas (entre el 2005 y el 2014).
Las pistas de arcilla del RCT Barcelona le han servido a Nadal par distintos objetivos, en función d momento y de su estado de forma física. Aquí se formó, aquí ganó confianza, aquí se transformó en un rodillo y aquí se recuperó. En el Godó se le ha aplaudido como número 1 de la tierra y como líder del ranking mundial y en el Trofeo superó, por ejemplo, el récord de triunfos consecutivos sobre esta superficie que poseía el mítico Björn Borg (47, por los 46 del sueco).
A diferencia de la pasada campaña, cuando Nadal llegó a la fase de la temporada de tierra tras excelentes resultados en pista dura, donde sólo le frenó Roger Federer, en esta ocasión las lesiones han lastrado la presencia del mallorquín en el circuito y se tuvo que ausentar de Indian Wells, Miami y Acapulco. Desde que se retiró en los cuartos de final del Open de Australia en enero el de Manacor sólo ha jugado en la reciente eliminatoria de Copa Davis ante Alemania, con una gran solvencia, y en Montecarlo esta semana. Pero ya está aquí la tierra.
Es un animal en su territorio y uien quiera desbancarlo de ahí endrá que sudar y sufrir mucho. arcelona le espera, como siempre, on los brazos abiertos.
UNA GRAN TRADICIÓN
El campeón ha protagonizado en el Godó una historia de éxito y fidelidad