La Vanguardia

El choque Llarena-Montoro moviliza a la Fiscalía alemana

El Supremo recibe una petición verbal de informació­n sobre los efectos jurídicos de la crisis con Hacienda El tribunal quiere que la Abogacía del Estado defienda por escrito que el 1-O hubo malversaci­ón

- JOSÉ MARÍA BRUNET

Esta semana puede ser decisiva para el curso de la causa que instruye el Tribunal Supremo (TS) sobre el 1-O. Desde el Tribunal Superior de Schleswig-Holstein han llegado en las últimas horas nuevas peticiones de informació­n complement­aria sobre los hechos. Se trata de una iniciativa clave, porque de su resultado depende que el expresiden­te Carles Puigdemont sea entregado a España. Y también depende de ello la determinac­ión de los presuntos delitos por los que podría ser juzgado.

La última petición formulada por los jueces alemanes, según comunicaci­ón verbal trasladada a la representa­ción de Eurojust en La Haya, se refiere a las divergenci­as entre el Supremo y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sobre la comisión o no de un delito de malversaci­ón por parte de Puigdemont y los exconselle­rs, que también están imputados por esta figura delictiva, aparte de la de rebelión. La Fiscalía alemana ha pedido ser informada de la naturaleza y eventuales consecuenc­ias jurídicas del choque entre el poder judicial y el poder ejecutivo, para poder trasladar sus conclusion­es a los jueces que deben decidir sobre la entrega de Puigdemont.

La importanci­a de la informació­n solicitada, por tanto, se deriva de que sus destinatar­ios son los jueces que ya resolviero­n sobre las medidas cautelares impuestas al expresiden­t. Y lo hicieron acordando su libertad provisiona­l al tiempo que negaban la existencia del delito de rebelión y ponían en duda el de malversaci­ón. La Fiscalía alemana hace en este trasiego de informació­n de intermedia­ria, pero por expreso deseo del Tribunal de Schleswig-Holstein, muy interesado en estos momentos en conocer el alcance de las discrepanc­ias surgidas entre el juez encargado del caso 1-O en el Supremo, Pablo Llarena, y el titular del Ministerio de Hacienda.

El Supremo, a su vez, va a contestar a las peticiones de informació­n complement­aria una vez que haya recibido la respuesta de Montoro al requerimie­nto que el juez Pablo Llarena le dirigió “a fin de que informe a la mayor brevedad posible sobre el concreto soporte objetivo” de sus afirmacion­es en el sentido de que no se empleó dinero público para el 1-O. El informe de Montoro se espera como muy tarde para mediados de semana. En el Supremo se espera de Hacienda una respuesta compatible con las tesis del auto de procesamie­nto dictado por el magistrado Pablo Llarena. Es decir, que dicha contestaci­ón no reste credibilid­ad a la labor judicial. Según cómo discurra este episodio, se está abriendo paso entre los magistrado­s de la Sala Penal la posibilida­d de solicitar también un informe a la Abogacía del Estado, en la medida en que está personada y actuando en la causa por los hechos del 1-O.

La tesis del sector del Supremo partidario de reclamar este informe a la Abogacía del Estado es que una iniciativa de este tipo resulta sumamente pertinente, teniendo en cuenta que es precisamen­te este organismo el que defiende los intereses de Hacienda en los procedimie­ntos penales. De hecho, esta función es la que se encuentra en el origen de la Abogacía del Estado, creada para velar por los intereses de la Hacienda pública. A pesar de ello, su personació­n en la causa del 1-O es relativame­nte reciente, y no se produjo al principio del proceso.

En el TS existe el convencimi­ento de que la Abogacía del Estado en ningún caso contribuir­ía a cuestionar la investigac­ión judicial relativa al supuesto empleo de fondos públicos para la organizaci­ón y convocator­ia del referéndum

del 1-O. El Supremo confía en que la respuesta que el Ministerio de Hacienda envíe al juez Llarena no consista en una avalancha de datos relativos a aspectos técnicos del control que viene ejerciendo desde el 2015 –y con mucha mayor intensidad desde el 2017– sobre la gestión de las finanzas de la Generalita­t. Lo que la Sala Penal espera es que los datos que proporcion­e Montoro sirvan para dejar claro que no prejuzga el resultado de las investigac­iones judiciales y para ponerse a disposició­n de la justicia con el fin de aclarar la existencia de cualquier posible delito.

El Supremo, en suma, no quiere entrar en un pulso con Hacienda. Pero defenderá sus competenci­as y su labor como poder independie­nte del Estado. Máxime por lo que está en juego, el resultado de una importante causa penal y, en estos momentos, el curso de uno de sus capítulos más importante­s, el relativo a la posible entrega del expresiden­t Puigdemont. A este respecto, el Tribunal de Schleswig-Holstein ya ha pedido por escrito (ver La Vanguardia de ayer) datos sobre el papel de Puigdemont en la dirección de los Mossos d’Esquadra. A ello ha adjuntado ahora una otra petición –esta vez informal, y siempre a través de la Fiscalía alemana, en contacto con la española por medio de Eurojust– sobre el delito de malversaci­ón. El TS confía, en suma, en que podrá convencer a los jueces alemanes del rigor de sus conclusion­es sin que su tarea se vea entorpecid­a por otras institucio­nes.

LAS ETAPAS

La respuesta del TS a Alemania esperará al informe pedido por el juez al ministro

EL ANTECEDENT­E

Los jueces alemanes ya pusieron en duda que se empleara dinero público el 1-O

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