Francesca Puglisi
EXSENADORA ITALIANA
La exsenadora Francesca Puglisi es una de las impulsoras de un manifiesto contra el sexismo en el Partido Demócrata italiano, firmado ya por mil mujeres de la formación. Denuncian que hay menos paridad que en la derecha o el M5E.
Estas semanas, Italia está sumida en un proceso de negociaciones de gobierno que parece no tener fin. En las reuniones con el presidente de la República, Sergio Mattarella, la mayoría de líderes que han visitado el Quirinal llevaban traje y corbata. Pero algunas eran mujeres.
Han hablado con Mattarella Emma Bonino, de Más Europa (izquierda minoritaria); Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia (ultraderecha), Anna Maria Bernini y Mariastella Gelmini, de Forza Italia (derecha), y Giulia Grillo, del Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema). Además de la presidenta del Senado, Elisabetta Alberti Casellati, también de Forza Italia.
Casi todos los grupos han contado con mujeres para las consultas. Excepto uno: el Partido Demócrata (PD), del centroizquierda.
“En la pasada legislatura éramos el grupo con más mujeres en el Parlamento con cerca de un 40%. Hoy hemos bajado al 30%, menos que la derecha y el M5E”, lamenta la exsenadora por Bolonia Francesca Puglisi, que fue presidenta del comité
“Éramos el grupo con más mujeres en el Parlamento, ahora nos supera la derecha”, lamentan
contra el feminicidio. Por primera vez, el feudo rojo no tiene ninguna representante mujer del PD después de que Puglisi fuera relegada a posiciones inferiores en las listas.
Ahora, Puglisi lidera el movimiento Towanda Dem, una rebelión de las mujeres del PD contra el
que consideran un grupo dirigente cada vez más sexista en el partido porque las decisiones importantes las toman sólo hombres. Han colgado un manifiesto en internet que ayer ya superaba las 950 firmas. “En el gobierno de Matteo Renzi la mitad de los ministros eran mujeres, y cometimos el error de relajarnos”, comenta Puglisi.
El objetivo final es que una mujer pueda liderar un equipo para las primarias para elegir al sucesor de Renzi como secretario –nombran algunas que harían bien el trabajo, como la ministra de Defensa, Roberta Pinotti, o la alta representante de la UE Federica Mogherini–, pero es prematuro. De momento sólo suenan como candidatos el presidente del Lazio, Nicola Zingaretti; el ministro de Desarrollo Económico, Carlo Calenda; el titular de Transportes, Graziano Delrio; o hasta el mismo Paolo Gentiloni.
“Nuestro primer paso tiene que ser acabar con las normas discriminatorias en el partido”, asegura Puglisi. A corto plazo, Towanda Dem –que toma su nombre del grito de guerra de la película de culto Tomates verdes fritos, una historia de amistad femenina en EE.UU.– quiere que se respete la cuota de al menos un 40% de representantes mujeres que contempla el partido.
En esta legislatura no se ha conseguido ya que las listas, muy polémicas por haber sido aprobadas de madrugada, favorecieron la elección de candidatos masculinos. “La visión de las mujeres, con sus instancias de igualdad y su visión inclusiva y social, es una importante contribución para afrontar líneas políticas más cercanas a los valores de la izquierda que debemos representar”, coincide otra de las firmantes, la senadora Monica Cirinnà.
De momento han conseguido una reunión con la cúpula para reivindicar sus posiciones que se celebrará el 12 de mayo. Creen que el PD, uno de los principales perdedores de las elecciones del 4 de marzo, debe llevar a cabo una profunda reflexión sobre su identidad para no repetir un resultado pésimo como fue el 19% de los votos. “Como izquierda, hemos dejado de luchar por la desigualdad. Nos votan más en los barrios ricos que en las periferias. Hemos de aprovechar estas primarias para reflexionar sobre todo ello”, advierte Puglisi.
Como en otras naciones europeas, el espacio que ha dejado libre la izquierda italiana ha sido aprovechado por partidos populistas. La pregunta es si están a tiempo.