Terror en Afganistán
Una bomba en un centro de registro para el voto provoca cerca de 60 muertos
El Estado Islámico provoca una descomunal explosión en un centro de registro para votar en Kabul y causa decenas de muertos.
El conflicto afgano, sin debates por armas químicas, ha quedado aparcado en la agenda internacional, aunque esté lejos de una solución. Los grupos radicales siguen actuando diariamente, ya sea bajo la bandera de los talibanes, Al Qaeda o el Estado Islámico (EI), último incorporado al terreno de batalla. Precisamente fue el EI quien ayer se atribuyó la descomunal explosión en un centro de registro en Kabul para votar. Se contabilizaban 57 muertos anoche, que muy probablemente aumentarán, dado que hay también más de un centenar de heridos, muchos de ellos graves.
El atentado, perpetrado por un kamikaze, hace presagiar los peores pronósticos de cara a las elecciones legislativas de octubre. El islamista, cargado de explosivos, llegó a pie hasta el centro de registro, esperó el momento de mayor afluencia y se mezcló con la multitud.
Era un barrio al oeste de la capital afgana, ocupado sobre todo por la minoría hazara chií, objetivo frecuente tanto de Al Qaeda como del EI, que son de la rama suní del islam. Entre las víctimas, civiles tramitando su derecho a votar, había numerosas familias a las que acompañaban sus hijos. Hay al menos cinco niños fallecidos y 16 más están graves.
“Ahora ya sabemos que el Gobierno es incapaz de protegernos”, se lamentaba Akbar, uno de los que se había librado de la matanza. “Muerte al Gobierno”, “muerte a los talibanes”, se escuchaba entre la multitud que había acudido al lugar del atentado sin poder reprimir su rabia.
Los talibanes se apresuraron a emitir un comunicado en el que explicitaban que no habían tenido nada
que ver con el ataque. No hizo falta. Poco después el Estado Islámico se lo atribuyó.
Se trata del primer atentado que se produce en Kabul contra un centro de registro de votantes. Las listas de inscripción para los comicios del 20 de octubre habían empezado apenas una semana antes y en este tiempo ya se han registrado varios ataques en otros centros alejados de la capital. El último, el viernes: un proyectil impactó en un centro de registro en la provincia norteña de Badguis, matando a un funcionario. Se atribuyó a los talibanes.
Los atentados son el principal problema de estas legislativas, las
El ataque siembra dudas sobre las posibilidades de que se celebren los comicios en octubre
primeras desde el 2010, que deben renovar un Parlamento tildado de corrupto e ineficaz. La policía custodia la entrada de los centros de registro, pese a lo cual no se ha evitado una violencia que sigue poniendo en peligro la ya de por sí débil democracia afgana.