Alimentos que suman
Ocho empresas que emplean a personas vulnerables se agrupan en Robin Good para aumentar sus ventas
Si logramos aumentar alrededor del 10% las ventas anuales cada empresa podría contratar al menos a un ciudadano más en riesgo de exclusión”, comenta Luis Font, creador de Robin Good, una marca que impulsa la comercialización de alimentos elaborados por personas vulnerables. Bajo este paraguas se agrupan ocho iniciativas sociales y cooperativas que producen galletas, mermeladas, chocolate, cerveza, agua embotellada, yogurt, sésamo caramelizado, aceites y vino. Su reto es penetrar y tener visibilidad en las estanterías de supermercados y establecimientos gourmet, y de paso concienciar al cliente del valor añadido que conlleva comprar estos alimentos.
Más consumo de galletas El Rosal, de Tàrrega, de yogures de Delícies del Berguedà o de sésamo de Ordi Natura, de Barcelona, asegura el sueldo a trabajadores que sufren algún tipo de discapacidad o que empiezan una nueva vida tras superar adicciones o salir de la cárcel. Asimismo, abre las puertas a poder ampliar las plantillas.
“Son empresas que elaboran alimentos de gran calidad, la mayoría de kilómetro cero, y algunos con el sello ecológico pero que no disponen de red comercial para su distribución”, explica Font, de 34 años y experto en marketing y ventas, que antes de poner en marcha Robin Good colaboraba como voluntario en este sector. Robin Good arrancó a finales del 2017 y en la reciente feria Alimentaria se presentó públicamente.
Font cita el ejemplo de El Rosal, cuyo obrador de Tàrrega tiene capacidad para al menos duplicar su producción de galletas si logra dar un empujón a sus ventas. En tal caso se podría pasar de uno a dos turnos y contratar a más personas con necesidades especiales. Los empleados utilizan la misma fórmula que creó en los años veinte del siglo pasado Josep Serra.
L’Olivera, nacida en Vallbona de les Monges en 1974, y especializada en aceite extra virgen de oliva y vinos, es quizás la firma más conocida de las ocho. También Es-Imperfect se está haciendo un hueco con un proyecto encaminado a reducir el despilfarro y de paso echar una mano a los colectivos más frágiles. Es-Imperfect elabora en El Prat de Llobregat mermeladas con excedentes y también con frutas y verduras feas.
El grupo Robin Good se completa con la cerveza y el chocolate de Casa Dalmases, de Cervera; el aceite de Apadrina un olivo, de Oliete, en Teruel, y el agua embotellada de Auara, que destina el 100% de sus dividendos a construir pozos, principalmente en África.
“Además de promover la comercialización, también les asesoramos en el marketing y en la presentación del empaquetado. Nuestro objetivo es impulsar una comunidad de consumidores responsables y, a medida que se vayan sumando nuevas empresas, crear una tienda en línea”, detalla Luis Font.
Ocho jóvenes de entre 21 y 30 años con discapacidad intelectual acuden cada mañana al obrador de Ordi Natura. Aquí mezclan el sésamo con otros ingredientes, como el coco, el jengibre, la canela, el limón o la cebolla crujiente, y también hacen chocolatinas con esta semilla.
“Ahora sacamos unos 20 kilos a la semana en bolsas de 70 gramos pero tenemos capacidad para multiplicar por cinco la producción. Los chicos lo hacen todo. Tostar, caramelizar y añadir los sabores”, detalla Juan Manuel Reche, quien junto con otros padres creó la empresa Ordi Natura para dar una oportunidad laboral a sus hijos al finalizar la etapa escolar. Reche subraya que si consiguen crecer en ventas podrán atender las demandas de las personas que han llamado a su puerta para conseguir un puesto de trabajo.
Ordi Natura podría multiplicar por cinco la producción y aumentar la plantilla si crecieran sus ventas