La digitalización de la industria catalana añadirá 13.000 empleos
Hasta el 2030 el 35% de los puestos de trabajo actuales están amenazados
La digitalización de la economía catalana provocará la pérdida de 16.040 empleos en empresas de la industria y la construcción, pero creará 29.381 empleos en servicios, por lo que el saldo neto será positivo con 13.341 puestos de trabajo nuevos de aquí al año 2030, lo que equivale a un aumento del 0,7% de la ocupación. Es una de las conclusiones del primer estudio que analiza el impacto laboral de la industria 4.0 (big data, robots autónomos, 3D, internet de las cosas industrial, ciberseguridad, cloud, realidad aumentada...) realizado por el Observatori de la Indústria, fruto del Pacte Nacional per la Indústria impulsado en el 2017 por la Generalitat, patronal y sindicatos.
“En Catalunya, el 35% de los empleos tienen una alta probabilidad de ser automatizados en el horizonte 2030”, explicó Joan Miquel Hernández, jefe del área de desarrollo empresarial de la dirección general de Industria. Cuando se habla de digitalización y de robotización, se percibe una amenaza, el temor a perder el empleo. “Hay que desdramatizar. El mensaje no puede ser alarmista, el impacto en número de empleos será positivo”, dijo Hernández. “No significa que vayan a desaparecer el 35% de los empleos, sino que técnicamente es factible que los hagan las máquinas, pero tiene que ser también económica y socialmente viable. Sí es un toque de atención a formarse”, añadió.
Sin embargo, es evidente que esta cuarta revolución industrial implica nuevas desigualdades: “Es inevitable que personas en puestos de trabajo de baja cualificación se vean expulsadas del mercado. Por eso hay que poner encima de la mesa la introducción de nuevas medidas para luchar contra la desigualdad, como hace el debate sobre la renta universal”, dijo Hernández.
El estudio, presentado ayer por la directora general de Industria de la Generalitat, Àngels Chacón, se ha elaborado aplicando a la situación catalana las metodologías de destacados estudios realizados en el mundo hasta la fecha (Frey y Osborne en EE.UU; Vogler en Alemania, Boston Consulting , McKinsey, World Economic Forum). Con ellos, la Generalitat ha creado por un lado una lista de 485 profesiones clasificadas por la probabilidad de automatización (las más afectadas: operador de telemarketing o de laboratorio fotográfico, asistente jurídico, operador de máquina de embalaje, o las menos afectadas: director de hotel, dietista, médico de familia, psicólogo, logopeda). Y por otro, el saldo de empleo que se espera por sectores en Catalunya en el horizonte 2030 (ver gráfico).
“A diferencia de las anteriores revoluciones industriales, ahora con la industria 4.0 se empiezan a automatizar tareas no rutinarias y cognitivas”, explica Hernández. El riesgo se calcula “en función de la dependencia de una profesión de la inteligencia social y creativa, y al trabajo en entornos desordenados”.
Chacón constató que la implantación de la industria 4.0 en Catalunya es “muy minoritaria”, liderada por las multinacionales de la automoción. “Hace falta una implicación desde arriba. Hace falta mucha formación, de los empleados, pero también que los directivos integren en sus estrategias. Si no, peligrarán los empleos, pero también las empresas”, y alertó sobre todo a las pymes.
Hernández: “No se puede evitar que el mercado expulse a personas en puestos de baja cualificación”