“El embarazo combina emoción y preocupación”
Un embarazo suele ser sinónimo de alegría, pero en muchas ocasiones también de dudas e incertidumbres, especialmente en las madres y padres primerizos. En esta entrevista, la Dra. Lola Gómez Roig, Directora del Instituto Dra. Gómez Roig en la Clínica Cor
¿Cómo deberían ser los controles del embarazo? Los controles del embarazo vienen determinados por protocolos asistenciales, que deben acompañarse de la información necesaria y personalizada para asegurar una atención integral basada en la evidencia, pero siempre centrada en la persona. La información sobre hábitos saludables, motivos de consulta, y educación maternal sobre el parto, el puerperio y la lactancia es imprescindible. La primera visita es esencial para establecer un vínculo de confianza entre la embarazada, su familia y los profesionales. ¿Qué pruebas recomendaría y en qué momentos del embarazo? Las pruebas incluyen controles analíticos en los tres trimestres del embarazo, una ecografía inicial para datar el embarazo, diagnóstico prenatal para descartar un posible defecto congénito, ecografía de estudio de morfología fetal y ecografía para controlar el crecimiento fetal. También realizamos estudio de la orina; y cultivo vagino-rectal para descartar infecciones. Existen pruebas complementarias como la detección de ADN fetal en sangre materna, la ecografía Doppler de alta resolución y la ecografía 3D/ 4D. En los casos en que se detecte algún factor de riesgo pueden solicitarse más pruebas. Además de lo protocolizado es importante dar una buena información para un correcto manejo del embarazo, controlar el peso y la tensión arterial. Las visitas, a parte de ofrecer una información clínica, deben servir para realizar acompañamiento de la mujer y su pareja. En cuanto a la psicología del embarazo, ¿qué necesidades podríamos detectar por trimestres de embarazo? El embarazo es una de las fases más emocionantes de la vida, pero no exenta de sentimientos de angustia, ansiedad y miedos generados por la novedad de la situación.
Al inicio del embarazo (primer trimestre) las emociones se mezclan entre la ilusión de la noticia, con el respeto de superar los primeros meses de manera exitosa. En este tiempo, existen cambios hormonales que pueden afectar al estado de ánimo sin sentirse del todo embarazada (no nos vemos la barriga y todavía no notamos los movimientos del bebé). Las pruebas son las grandes protagonistas, a la espera de conocer los resultados para “comenzar a creer”. Al avanzar las semanas (segundo trimestre) podemos sentir una mayor tranquilidad emocional. Las pruebas dan seguridad y las ecografías van mostrando la evolución del bebé. En la mayoría de los casos, nos encontramos mejor físicamente y estables hormonalmente.
En el último trimestre (el tercero) las ganas de tener a nuestro hijo se acentúan. Puede aparecer algo de impaciencia. Es normal encontrarse más pesada y cansada, y puede existir alteraciones del sueño. En este tiempo, la incertidumbre de no saber cómo será el momento del parto puede generar inseguridad.
No nos debemos olvidar del puerperio (postparto) que puede también tener implicaciones emocionales no despreciables. Esta etapa suele ser la más olvidada y es cuando las mujeres manifiestan sentirse menos apoyadas a nivel profesional. Ya en el postparto, ¿de qué forma se puede evitar una depresión postparto? ¿Cómo podemos lidiar con el cambio hormonal y de hábitos? En el puerperio, el cambio hormonal del parto junto al cambio de vida puede generar una serie de cambios emocionales que deben ser bien gestionados para evitar una posible depresión.
La depresión postparto es una realidad que sufre una de cada diez mujeres que ha dado a luz. Esta depresión puede persistir meses o incluso años, si no se trata adecuadamente. Un rápido diagnóstico, junto al tratamiento adecuado, el apoyo y la comprensión del entorno, ayudará a superar la depresión en un periodo breve de tiempo. Cada vez más voces se alzan a favor del empoderamiento de la mujer para poder decidir sobre su propio parto. ¿Cuál es su postura en este sentido?
En las últimas décadas, la atención al parto ha experimentado cambios, así como mejoras en los resultados maternos y perinatales. La mayoría de estos cambios se deben a un buen control del embarazo y asistencia al parto, acompañados de la aparición de nuevas tecnologías. Junto a estos avances, ha incrementado la demanda de las mujeres en participar en las decisiones, expresar sus preferencias (musicoterapia, aromaterapia, esferodinamia: uso de pelota para dilatar…) y optar por un parto respetado menos intervencionista (parto sin medicación, dilatación en el agua, dar a luz en posición vertical…).
Los objetivos de una buena atención al parto deben incluir una atención respetuosa, aceptada por la mujer y su pareja, y ofrecer una atención acorde al proceso fisiológico con la mínima intervención obstétrica. Es importante favorecer la implicación de los profesionales sanitarios, dando información y apoyo a las mujeres, para ayudarlas en la toma de decisiones durante todo el proceso, preservando en cada momento su seguridad y la del bebé. Debemos poder aportar un ambiente próximo y un apoyo psicoafectivo de gran calidad, sin tener que renunciar a las posibilidades del control hospitalario y rapidez de actuación que en ocasiones demanda la complicación obstétrica. Por último, ¿qué avances médicos se están produciendo en el área del control del embarazo y postparto? Las áreas actuales de investigación tienen como objetivo identificar métodos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades de origen prenatal que tienen un impacto en la infancia y la vida adulta. Un ejemplo de ello es el equipo de investigación en medicina fetal y perinatal: Fetal i+D, en colaboración con el Instituto de Investigación Sant Joan de Déu de Barcelona. Nosotros entendemos el feto como un paciente al que podemos diagnosticar y tratar ciertas enfermedades mientras está en el útero para minimizar o evitar sus secuelas en el futuro. Las investigaciones se centran especialmente en el neurodesarrollo fetal, programación cardiovascular, prematuridad, patología placentaria, terapia y cirugía fetal. En los últimos años hemos iniciado el estudio de la influencia de la exposición medioambiental preconcepcional y prenatal, en el embarazo y salud reproductiva.