Junqueras y Romeva solicitan ser trasladados ya a cárceles de Catalunya
El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y el exconseller de Exteriors Raül Romeva se sumaron ayer a la petición formulada por el expresidente de Òmnium Jordi Cuixart para ser trasladados a alguna de las prisiones radicadas en Catalunya, donde continuarían en régimen de prisión preventiva.
La petición de Junqueras –encarcelado desde el pasado 2 de noviembre– se basa en argumentos similares a los de Cuixart –en prisión desde el 16 de octubre–, en el sentido de considerar que su actual situación impone un trato injusto y perjudicial a sus familiares, en especial a sus hijos. Romeva, en cambio, expresó su petición a partir de un mensaje en su cuenta de Twitter en términos que tienen un carácter más acentuado de denuncia, al afirmar que quiere ser trasladado y dejar la prisión de Estremera para que “la ignominia individual deje de ser colectiva”.
Junqueras pronto cumplirá seis meses privado de libertad, desde que la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela decretó su prisión incondicional. Romeva, en cambio, pudo salir de la cárcel el 4 de diciembre, en libertad provisional, pero volvió a ingresar el 23 de marzo, tras el auto de procesamiento dictado por el juez encargado del caso 1-O en el Tribunal Supremo (TS), Pablo Llarena, contra todos los exmiembros del Govern.
Precisamente por lo avanzado de la instrucción de la causa, los exconsellers en prisión han comenzado a plantear su traslado a cárceles radicadas en Catalunya, considerando que su permanencia en prisiones próximas al Supremo ya no obedece a ninguna conveniencia o necesidad judicial.
Junqueras subraya en su solicitud que quiere evitar su “desarraigo” y que actúa en defensa de la salud “física y emocional” de sus hijos. Para ello, invoca las “reglas Nelson Mandela” con el fin de “reducir al mínimo” las diferencias entre su vida en prisión y en libertad.
En un escrito dirigido a la secretaría general de Instituciones Penitenciarias, Junqueras solicita su traslado a la prisión catalana de Brians-II o a cualquier otro centro próximo a su domicilio de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). El exvicepresident lamenta las “funestas” consecuencias que puede comportar la separación de sus dos hijos de corta edad y advierte de que, tras seis meses de encarcelamiento a más de 600 kilómetros de su casa, “los derechos de los menores a gozar de su salud física y emocional podrían verse seriamente comprometidos”. Al respecto, añade que “las situaciones de estrés emocional afectan al individuo y pueden generar secuelas irrecuperables, pero sobre todo con relación a los menores de edad las experiencias emocionales generan una ‘huella biológica’, máxime cuando se relacionan con sus figuras parentales”. Junqueras añade que “la relación directa, regular, próxima y estable de los menores con sus padres es un elemento fundamental de su salud física y emocional con efectos en el futuro”.
Paralelamente, el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, ha abogado por “una solución justa a la situación de Catalunya”. El abad se expresó así en la eucaristía de la vigilia de Santa Maria de Montserrat, tras haber visitado hace unas semanas a Sànchez y Cuixart en la prisión de Soto del Real. El Abad también rezó “para que la virgen de Montserrat vele por los que están en prisión preventiva o en el extranjero”.
El abad de Montserrat aboga por “una solución justa a la situación de Catalunya”