Olvidamos Echelon
Estos últimos días existe una histeria a cuento de un posible y probable uso de base de datos por parte de los servicios de información rusos, derivada de una venta de esta lograda por medios torticeros desde Facebook por una empresa cuyos accionistas y gerentes se han forrado.
Pero olvidamos Echelon, la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas de la historia, controlada por EE.UU., el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que puede capturar comunicaciones por radio y satélite, llamadas de teléfono, faxes y correos electrónicos en casi todo el mundo, e incluye análisis automático de datos y clasificación de las interceptaciones. Vamos, lo que ahora se denuncia, pero en mayor grado, desde los superdata hasta el espionaje individual.
Es decir, que llevamos siendo espiados e influidos desde hace años. Porque esos son los resultados de ese espionaje y tratamiento de datos. Incluyendo el espionaje económico, a Merkel y vete a saber qué elecciones.
Nadie parece escandalizado. ¿Porque el espionaje es anglosajón? ¿Es mejor que nos influyan sobre la proliferación de armas de destrucción masiva en Irak o Irán y menos en la locura israelí? ¿O que estemos más preocupados por la verborrea de Trump que por la evasión fiscal de billones de dólares de los beneficios de las multinacionales? En fin, Echelon es un pájaro en mano comprobado de manipulación.
S. GONZÁLEZ VALLEJO
Madrid