La ciudad de la doble felicidad
El club de la metrópoli china de Chongqing es uno de los que más pujan por Iniesta
Chongqing en mandarín significa, literalmente, “doble felicidad” o “suerte repetida”. Una definición que parece que va a tener sentido para esta ciudad de China, la mayor del país, con 30 millones de habitantes. Y es que esta urbe, bañada por el río Yangtze, que desde siempre le ha aportado comercio y riqueza, se puede convertir en la ciudad en que recale Andrés Iniesta y deleite cada semana a los aficionados de su club de fútbol, el Chongqing Dangdai Lifan, que es el que más está pujando para llevarse al jugador blaugrana.
Chongqing es una ciudad al alza en el contexto del gigante asiático, pero no tiene ni la ampulosidad de Pekín ni el encanto de Shanghai. Es una urbe de la China profunda en pleno desarrollo. Y el club que suspira por Iniesta tampoco es uno de los grandes. Aspira a serlo, pero, de momento, nada más.
La ciudad.
Chongqing es una metrópoli relativamente nueva y enorme, plagada de rascacielos que constituye la principal apuesta de las autoridades comunistas de Pekín para estimular el desarrollo económico en el centro y sur del país. Aglutina un total de 30 millones de personas (un poco menos que Venezuela o Perú) en una superficie que se extiende 82.400 kilómetros cuadrados, un espacio equivalente a Austria. Pero en los últimos años su nombre no se ha asociado al progreso, sino a la corrupción. Uno de los líderes más influyentes del Partido Comunista, Bo Xilai, fue apartado de sus cargos en esta municipalidad y expulsado de la organización en el 2012, por la presunta implicación de su esposa en la muerte de un hombre de negocios británico y en el 2013 fue condenado a cadena perpetua por abuso de poder y corrupción.
A pesar de que la metrópoli está dominada por cientos de rascacielos y puentes y toda la ciudad respira una actividad febril, no deja de ser una urbe de la China profunda, donde vive una muy reducida comunidad de extranjeros y donde la oferta para este colectivo es muy limitada, a todos los niveles. Hay pocas escuelas internacionales y a precios desorbitados. La variedad gastronómica también es muy restringida y la comida local es de las más picantes; de hacer llorar. El clima es poco agradable. Los veranos son sofocantes y húmedos con temperaturas que pueden alcanzar los 40 grados, lo que le ha valido a la ciudad de Chongqing ser considerada como una de los “tres hornos” de China, junto a Nankin y Wuhan. Mientras que los inviernos resultan fríos y húmedos, con gran número de días lluviosos. Y a todo ello se suma la contaminación por la actividad industrial y el enorme tráfico rodado de millones de vehículos.
El club.
El equipo de la ciudad es el Chongqing Dangdai Lifan, una entidad creada en 1995 y que, según la revista Forbes, está considerado el noveno club más rico de China, con un presupuesto estimado de 62 millones de euros y unos ingresos de 14 millones en el 2015. A nivel deportivo, no es un equipo puntero, aunque aspira a ello. Desde su fundación sólo ha conquistado una vez la copa FA de China (2000). En cambio, ha protagonizado varios descensos.
Los extranjeros.
Desde el año pasado el entrenador es el portugués Paulo Bento, que firmó por dos años, y en sus filas contaba hasta ahora con cuatro extranjeros: los brasileños Alan Kradec y Luiz Fernando Pereira Da Silva Fernandinho, el argentino Nicolás Aguirre y el surcoreano Jung Woo-young. A ellos se podría sumar Iniesta.
Los símbolos.
La primera equipación es totalmente roja, mientras que la segunda es toda azul. Y el estadio donde juega es el Chongqing Olympic Sports Center, que tiene una capacidad para 58.680 aficionados.
La economía.
El nombre del club, Chongqing Dangdai Lifan, proviene de las empresa que lo financian. El grupo Lifan es uno de los principales constructores de motocicletas, automóviles y camiones de China, formado por más de 13.000 empleados y cuenta con el respaldo de las autoridades de Pekín. Tiene, asimismo, la exclusiva de la distribución y venta en China de las motos italianas MV Agusta.
El inversor principal.
Su presidente es Jiang Lizhang, de 36 años. Un empresario que además de poseer el 90% del Chongqing, pagó 37 millones de euros para en el 2016 hacerse con el Granada, adquirió el 5% de los Minnesota Timberwolves y también preside el Parma Calcio 1913, después de haber comprado el 60% del capital en el mes de junio del año pasado.