Vuelo de mariposa
Una ‘Morpho Helenor’ vivirá libremente en las salas de exposición de la Fundació Tàpies
El pasado martes el pintor Lluís Lleó plantaba en la Diagonal de Barcelona, frente a la entrada de los jardines de Pedralbes, una instalación formada por seis monolitos de piedra cuyo título, Morpho’s nest in a cadmium house, hace referencia a la mariposa Morpho, cuyo hermoso color azul cobalto ha trasladado a las piedras. Y este mismo viernes otro artista, Daniel Steegmann Mangrané (Barcelona, 1977), colgaba de una barandilla del segundo piso de la Fundació Tàpies una crisálida de la que se espera surja este mismo fin de semana un ejemplar de Morpho Helenor, una de las mariposas más hermosas del mundo.
Daniel Steegmann Mangrané, barcelonés residente en Brasil, ha dotado a su proyecto de un título impronunciable (-’--- --’-) y consiste en dejar que la mariposa vuele libremente durante su corta vida por los espacios de la fundación, desviando la atención del visitante de las obras expuestas. La acción, que ha sido comisariada por The Green Parrot, es un gesto mínimo que busca “el encuentro entre dos universos que históricamente la Modernidad ha concebido como opuestos: naturaleza y cultura. La mariposa se convierte así en una mezcla de animal, obra de arte y signo”.
La Morpho Helenor de la Tàpies se alimentará de frutas maduras y vivirá en una temperatura de entre 22º y 24º, que prácticamente coincide con la de las zonas tropicales de las que es originaria la especie, sobre todo Centro y Sudamérica.
¿Qué hace un insecto vivo y tropical dentro de una sala de exposiciones? El propio Steegmann responde en cierto modo en la publicación The Spiral Forest, que acaba de presentar: “El arte tiene la capacidad de reconfigurar nuestra relación con la realidad […] lo importante no es lo que ves en la exposición, sino lo que ves cuando sales de ella y vuelves a confrontar la realidad”.