Los suplentes están para poco
El Madrid, con dos goles polémicos, batió a un Leganés que le puso más ganas
Con todo el interés en el partido del martes ante el Bayern y con sólo un titular en el once, Casemiro, que encima jugó de central, fuera de su posición, el Madrid despachó con apuros a un Leganés más ambicioso que tampoco se jugaba nada en un partido más bien aburrido, como suele pasar cuando no hay puntos decisivos de por medio.
La tarde también vino con polémica porque los dos goles blancos fueron protestados. En el primero, la jugada comenzó con Bale en fuera de juego; en el segundo, Mayoral remató un córner bajo palos con un asistente con la bandera levantada al pensar que Benzema había cabeceado previamente el balón cuando había sido el central Bustinza. El árbitro lo desautorizó y dio el gol.
El partido constató que los suplentes no están para casi nada. A diferencia de la temporada pasada, en esta hay una parte importante de la plantilla que ha asumido hasta el tuétano su condición de meritorios, que son carne de banquillo y no estarán nunca entre los elegidos para la gloria.
En toda esta tropa, los Ceballos, Vallejo, Llorente, Achraf, Theo o Mayoral se hace rarísimo ver a Benzema y Bale, dos de los peces gordos del plantel e integrantes de la otrora sagrada BBC. Sin embargo, ahora mismo están para bolos intrascendentes.
Nadie hizo méritos para rebelarse a su sino. Más bien lo contrario. Benzema apenas hizo nada. Sin su socio Cristiano al lado, no pareció buscar a nadie para darle el balón. Bale estuvo más motivado. Fue de los que más corrió, pero estuvo impreciso en el pase y se le vio atolondrado a la hora de armar la jugada.
Quizás de todos los meritorios el más rescatable fue Achraf, el lateral marroquí que subió con cierto descaro la banda y ajustó mejor que de costumbre su punto de mira en los centros.
El Leganés fue el invitado ideal. Se gustó, trenzó buenas jugadas, pero fue muy inocente arriba. Durante la primea parte falló tres buenas ocasiones, pero en ninguna comprometió de verdad a Casilla, que fue un mero espectador.
El Madrid se vio favorecido por un gol muy tempranero y polémico. Chutó Benzema con Bale en fuera de juego. El balón rebotó y Bale aprovechó el rechace para marcar. El Leganés protestó con timidez, pero como si nada.
La segunda mejor ocasión del primer tiempo también fue blanca. Tras un error en la salida de Cuéllar Mayoral remató a puerta vacía y Bustinza despejó bajo palos. Cuéllar le cogería gusto al cante porque en la última jugada del primer tiempo falló con estrépito al salir a despejar un córner. Bustinza cabeceó ligeramente y Mayoral remachó a bocajarro. La jugada acabó en una gran confusión. Mientras los jugadores del Madrid se abrazaban un juez de línea tenía la bandera levantada. Iglesias Villanueva le desautorizó y mandó sacar de centro.
La segunda parte fue más aburrida. El Leganés lo intentó todo el rato. Acortó distancias con un gol de Darko Brasanac y Kiko Casilla evitó el empate en un cabezazo de Bustinza. Aún hubo una última polémica. El árbitro pitó el final cuando el Leganés estaba cerca de chutar a puerta. Gabriel le dijo de todo y el colegiado le sacó la roja con el partido ya acabado.
LAS JUGADAS CLAVE En el primer gol Bale estaba adelantado cuando chutó Benzema; en el segundo, el juez de línea pidió anularlo
ROTACIÓN MASIVA Zidane sacó de inicio a un solo titular, Casemiro, que dejó la medular para jugar de central