‘La Manada’ no es de mujeres
Imaginan ustedes a cinco mujeres acosando a un hombre, empujándolo hacia un rincón apartado y agrediéndolo sexualmente una a una? Imaginar podemos imaginar cualquier cosa, puesto que la fantasía carece de puertas, pero sería una imaginación plenamente contrapuesta a la realidad. Mientras que una manada de cinco hombres atacó a una chica durante los Sanfermines del año 2016, nunca ha ocurrido al revés. ¿Por qué los hombres sí y las mujeres no?
Implícitamente, se considera que, por naturaleza, ellos tienen los instintos sexuales más desbocados que ellas, de tal manera que, pese a la civilización de siglo tras siglo, aún hay machos que se comportan como los animales dichos irracionales. Persiguen a las hembras y ¡hala, a copular! Empero, aunque pueda parecer una evidencia, no es correcto adjudicar el calificativo de bestias a los violadores.
Entre las bestias, los machos no copulan si la hembra no lo desea; suelen utilizar artes de seducción para conquistarla; si son rehusados, acatan y se retiran. Tan sólo al Homo sapiens se le ha debido enseñar que las mujeres no son de su propiedad, y algunos de esta especie todavía no lo han aprendido. Autoproclamación de sapiens sin serlo.
A los componentes de La Manada, de seguro que Charles Darwin los miraría de la cabeza a los pies hasta llegar a la conclusión de que no han progresado desde las tribus primitivas. El estudioso de la evolución ya advirtió de que las facultades intelectuales que han otorgado a los seres humanos su posición dominante en el mundo son variables y fruto de un desarrollo gradual. Unas variaciones capaces de mantener a algunos individuos en los estratos iniciales tanto intelectual como moralmente. Habida cuenta de que, según escribe Darwin, en la selección natural la conciencia y la moralidad están regidas por la razón, la educación y las costumbres, se trata de un apartado en el cual La Manada se halla en regresión.
Darwin insiste en que el progreso no es una regla invariable, por lo cual, respecto de las cualidades morales, sustenta su éxito en la eliminación de las peores tendencias mediante el encarcelamiento de los malhechores durante muchos años. En consecuencia, en las circunstancias actuales confiaría en que a los integrantes de la cuadrilla de La Manada se les mantuviera apartados de la sociedad por largo tiempo.