“Es una carrera de fondo y no podemos desfallecer”
¿Cómo afecta el cambio climático a la ciudad de Barcelona?
Está provocando aumentos de la temperatura y un incremento de las olas de calor, lo que pone en riesgo la salud de las personas, especialmente de ancianos y niños. Según pasen los años, si no ponemos remedio, estos incrementos de la temperatura y de las olas de calor, así como de inundaciones, serán más frecuentes, más intensos, más largos y, en definitiva, viviremos situaciones más graves.
Pero el invierno pasado hizo frío.
Sí, pero lo que sucede en el tiempo reciente no significa que sea tendencia a largo plazo. En general, la temperatura aumentará de aquí a finales de siglo entre 1,7ºC y 3ºC en función del escenario.
¿Qué hace la ciudad para revertir esta situación?
Una de las principales acciones ha sido la elaboración del Plan Clima, que nos ofrece información sobre cómo puede afectar el cambio climático a la ciudad, a las personas, a la biodiversidad... Si disponemos de esta información podemos decidir cómo prepararnos ante el cambio climático y cómo podemos mitigarlo.
¿En qué es necesario incidir?
En la movilidad, disminuyendo el tráfico de vehículos a motor y con un uso más intensivo del transporte sostenible para reducir la contaminación; en la planificación y el uso responsable de los recursos hídricos; en la gestión de los residuos para reducir el impacto que genera su tratamiento y pasar de una economía lineal a una circular; en el uso de energías alternativas que son menos contaminantes... ¡Queda mucho trabajo por hacer!
Hay trabajo para todos: industria, comercio, ciudadanía, administración...
Sí, es una tarea conjunta en la que es necesaria la implicación de todos.
¿Los ciudadanos, qué debemos hacer?
Apostar por la recogida selectiva de basuras, por un consumo responsable, de proximidad, cambiar el coche por la bicicleta o desplazarnos a pie... Son pequeñas acciones que ayudan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿No llevarlas a cabo afectará la salud de las personas?
Sí, conllevará más enfermedades respiratorias, circulatorias, infecciosas, etc., y, en conjunto, tendremos menos calidad de vida y menos confort.
¿Barcelona trabaja en la dirección correcta?
La ciudad está haciendo esfuerzos con políticas contra el cambio climático. Está implicada y avanza, pero ésta es una carrera de largo recorrido, de fondo, y hay que ser constantes. No podemos desfallecer.