Quién hizo qué en España, versión 2.0
El Rey presenta el ‘Diccionario Biográfico Electrónico’ como espejo fiel de “nuestro ADN histórico de nación diversa”
La historia de España cambió ayer. Bajo presidencia de los Reyes y con presentación solemne pero también didáctica del propio Felipe VI en el Palacio Real del Pardo, la Academia de la Historia lanzó el Diccionario Biográfico Electrónico: una herramienta que, con criterios de mayor rigor científico y transversalidad de fuentes que en anteriores tentativas, desgrana el quién es quién y qué hizo en España y sus territorios a lo largo de 2.500 años de su historia. Desde el siglo VII a.C. hasta el XX; desde Argantonio, rey de los tartesos entre 670 y 550 a.C., hasta la ministra Carme Chacón, el personaje de nacimiento más tardío entre los registrados en la obra.
La obra, obviamente sujeta a ampliaciones y precisiones, arranca con 45.000 perfiles de figuras relevantes –y ya fallecidas– en todos los ámbitos sin énfasis especial en lo político porque “no es un diccionario de la Administración del Estado”, señalaron sus responsables. La publicación corrige el rumbo que el proyecto adquirió en la versión impresa del 2011, que por ejemplo dulcificaba el currículum de Francisco Franco y algunos de los suyos. Así, mientras en aquella descripción anterior, firmada por Luis Suárez, historiador próximo a la Fundación Francisco Franco, se decía del general golpista que “montó un régimen autoritario pero no totalitario” y se omitía su condición de dictador, la actual, de Juan Pablo Fusi, sí lo define como “jefe del Estado y dictador”. Y añade que era “escasamente carismático”, “anticomunista y conservador, progresivamente religioso y cada vez más obsesionado por la masonería”.
Otras entradas, sin embargo, se mantienen igual o parecidas, lo que ayer llamó la atención. Es el caso de la de Alfonso Armada, de quien el autor del perfil, el duque Hugo O’Donell, señala que resultó condenado por el 23-F pero no que fue uno de los cabecillas. O de la de Millán Astray, del que el comandante de infantería Manuel del Barrio Jala incluye justificaciones a su famosa frase de “¡Muera la inteligencia!” durante su enfrentamiento con Unamuno en Salamanca.
En la presentación, la directora de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias, insistió en el carácter vivo del diccionario digital abierto ayer al público. Para empezar, a las 45.000 entradas ya disponibles pronto se sumarán otras 20.000. Más de 3.000 de los perfiles publicados son nuevos, pues no aparecían en la edición impresa. Algunos resultan de búsquedas “casi arqueológicas” –a partir de datos en principio muy escasos–, a través de indagaciones “detectivescas” de algunos de los más de 4.000 historiadores e investigadores que han participado en el proyecto, señaló el director técnico, Jaime Olmedo. Fruto de esas pesquisas son las semblanzas de seis poetas islámicas de los siglos X y XI. Además, la colaboración de distintos colectivos ha permitido rastrear, documentar y rescatar las biografías de muchas mujeres olvidadas. O dar cuenta de los maestros promotores de la enseñanza de lenguajes para sordomudos y ciegos. O reforzar la historiografía del movimiento obrero.
La plataforma digital, creada con apoyo de Telefónica y la Fundación La Caixa, permite “consultar, interrelacionar, investigar y descubrir” las vidas y legados de personas
La nueva publicación corrige algunos perfiles polémicos y suavizados de la versión impresa, como el de Franco
relevantes y conocidas pero también –dijo el Rey– las de “hombres y mujeres que con sus aportaciones silenciosas y enormes cualidades han ido configurando a través de los siglos la identidad que compartimos”, es decir, “nuestro ADN como nación plural y diversa que debe caminar en la misma dirección”.
El acceso al Diccionario Biográfico Electrónico es libre y gratuita en la versión de buscador sencillo desde la página dbe.rah.es, mientras que en la más compleja del buscador avanzado tiene un coste de 9,99 euros al mes o 99 al año.