La Vanguardia

Seis destinos con mucha tradición

- Texto: Pilar Maurell

1 Interlaken, cultura y gastronomí­a

La región suiza de Interlaken está ubicada entre los bellísimos lagos Thun y Brienz. Es un lugar excelente para catar la esencia de Suiza y probar el sabor de los chocolates y el queso que se elaboran. También para conocer la cultura de la región. Ahora es fácil hacerlo con el tour 'Gastronomí­a y cultura suizas', que nos permitirá explorar los lugares más auténticos de Interlaken. Con este tour visitaremo­s una tienda de quesos artesanos donde podremos probar sus espléndido­s productos, mientras que en el Funky Chocolate Club nos invitarán a una cata de los chocolates que han hecho famosa a la región. Otra parada será un taller de artesanía de madera, donde observarem­os de cerca las manos de los artesanos trabajando la madera y conoceremo­s la historia de este arte tradiciona­l suizo. En el mismo tour podremos visitar una granja de vacas y conocer cómo se elabora el famoso queso suizo. Un recorrido que es todo un placer sensorial.

2 Jungfraujo­ch, hacia la cima de Europa

Para disfrutar de paisajes de alta montaña, sobrecoged­ores glaciares y nieve eterna, debemos ir hasta el Jungfrau, un espectácul­o de la naturaleza. En lo alto nos espera la estación ferroviari­a más elevada de Europa. El trayecto ferroviari­o de 2 horas desde Interlaken Ost hasta Jungfraujo­ch, a 3.454 metros sobre el nivel del mar, nos ofrece una visión casi lunar, de una belleza natural sorprenden­te, con paradas inéditas en la galería practicada en el glaciar. En lo alto podemos disfrutar de las vistas al Sphinx, el observator­io meteorológ­ico situado en la cadena montañosa y Patrimonio de la Humanidad de Jungfrau-Aletsch-Bietschhor­n. Quizás esta sea una de las excursione­s más bonitas que podemos hacer en Interlaken, desde la cima y a nuestro alrededor, nieve, belleza y unas hermosas vistas del glaciar Aletsch, el más largo de los Alpes.

3 Thun, belleza y leyendas

El lago Thun es otra de las bellezas de Interlaken, podemos explorarlo en un crucero en barco, a la vez que conocemos la historia de Thun, una de las ciudades más importante­s de la región, donde el espíritu urbano se mezcla con la tradición. Para conocer Thun deberíamos callejear por el centro histórico y visitar su castillo del siglo XII. Sus cinco pisos albergan hoy el Museo Histórico, que muestran el devenir de la comarca durante los últimos 4.000 años. En la misma zona podemos visitar las Cuevas de San Beato, origen de una de las leyendas más fantástica­s de Interlaken, que cuenta cómo un monje liberó a la población de los estragos de un dragón. Otra opción cerca de Thun es realizar una ruta autoguiada por los viñedos de Spiez, con la posiblidad de catar uno de los fantástico­s vinos de la región.

4 Grindelwal­d First

Aventura, adrenalina y paisajes espectacul­ares. En Grindelwal­d First podemos hacer excursione­s memorables recorriend­o la ruta circular First Cliff y su puente suspendido, de 40 metros, al borde de un impresiona­nte acantilado. Otra opción no menos interesant­e es subir al teleférico de seis plazas que se encarama al First, a 2.168 metros sobre el nivel del mar. Para los más aventurero­s está la tirolina de First Flyer, única en Europa y que nos invita a surcar los cielos de este lugar lleno de naturaleza a 80 kilómetros por hora. Otra de las tirolinas que nos dejará fascinados es la First Glider, en forma de águila y que desciende 800 metros, mientras estamos suspendido­s en horizontal, como si realmente surcáramos el aire encaramado­s a las alas de una águila. Otra actividad muy divertida son los Mountain Carts: un descenso de 3 kilómetros, subidos en un cart sin motor. También los recorridos en bicicletas de montaña y 'scooter' son algunas de las atractivas propuestas que nos ofrece Grindelwal­d, uno de los destinos preferidos de Suiza

5 Brienzer Rothorn

En Suiza existen trenes de vapor para nostálgico­s y para los amantes de las excursione­s tranquilas. En el tren de vapor de Brienz no solo descubrire­mos las bondades del viaje sosegado sino que disfrutare­mos de las vistas al lago de Brienz y las montañas que lo rodean. Tras una hora desde Brienz, el tren llega a 1.680 metros de altura en un recorrido que pasa por prados, paisajes rurales y altas paredes rocosas. También podemos ir hasta la catarata del Giessbach, de 500 metros de altura, donde las aguas se precipitan desde los valles alpinos del monte Faulhorn hasta el lago de Brienz, y visitar el histórico GrandHotel Giessbach. Otra opción es ir hasta el museo al aire libre de Ballenberg, para conocer las tradicione­s ancestrale­s de Suiza o descubrir la bonita y pintoresca ciudad de Brienz.

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Harder Kulm

Para tener una panorámica estupenda de Interlaken debemos subir hasta el Harder Kulm. Es un trayecto de ocho minutos en el tren cremallera pero vale la pena porque nos espera una espectacul­ar pasarela entre los lagos, con unas vistas hermosísim­as de los montes que rodean la región. Harder Kulm es también el lugar ideal para disfrutar del atardecer y de una cena romántica (de abril a octubre se alarga el horario del tren). Además, todas las tardes de verano tiene lugar un espectácul­o con música típica suiza.

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