La Vanguardia

El Estado cogió su fusil

El gasto militar mundial marca un récord histórico ante la recuperaci­ón económica y las incógnitas geopolític­as

- PIERGIORGI­O M. SANDRI

NUEVA MARCA En el 2017, se superó el monto de dinero que se gastó durante la guerra fría

BONANZA Y SEGURIDAD “Si hay mayor crecimient­o, se destinan más recursos a lo militar”

Póngase firmes. El gasto militar mundial marcó en el 2017 un récord histórico: 1,73 billones de dólares, un 1,1% más respecto al año anterior, según los datos recopilado­s por Instituto Internacio­nal de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Es la cifra más alta desde el final de la guerra fría.

“En la medida en que hay un mayor crecimient­o de las economías, hay más recursos para que los estados destinen más partidas a la defensa”, reconoce a este diario el investigad­or del Sipri Nan Tian. Este repunte se produce después de un estancamie­nto entre los años 20122016. En el conjunto, el gasto militar supone el 2,2% del PIB mundial (la OTAN recomienda a sus miembros que sea el 2%), el equivalent­e de 230 dólares por persona. En términos relativos, estamos todavía lejos del 3,3% que se marcó en 1992, en pleno colapso del sistema comunista.

Hay tres países que por sí solos ya representa­n más de la mitad del total: EE.UU., China y Arabia Saudí. Curiosamen­te ninguno de estos estados está formalment­e en guerra con nadie, aunque tengan misiones sobre el terreno en otros países. En Europa, el gasto militar registró un retroceso del 2,2% en el último año.

“Podemos decir que, la tendencia es un progresivo desplazami­ento del gasto desde el Atlántico Norte y Occidente hacia Asia”, indica Tian. Las tensiones generadas en Corea del Norte han causado un escalada “sustancial” del gasto en los países de la región. En cuanto a Oriente Medio, la situación en Siria, Irán, Yemen y Palestina constituye un foco de incertidum­bre casi permanente. “Los países justifican estos incremento­s por razones de seguridad. Pero los estados invierten dinero en Defensa también por prestigio y como medida para ejercer una mayor influencia”, destaca este experto.

China, en este sentido, es la gran historia militar de este siglo. En el año 2000 su gasto en este apartado sólo era el 3,1% del total mundial. Hoy ya es el 13%. Bien es cierto que Estados Unidos mantiene su hegemonía, con el 35 % total y una inversión que supera a la de los siete siguientes países combinados, a pesar de que los 610.000 millones de dólares gastados el año pasado representa­n una cantidad similar a la del 2016.

Pero ya se percibe el efecto Trump: “La tendencia descendent­e en el gasto militar estadounid­ense iniciada en el 2010 ha finalizado. Está previsto que el gasto en el 2018 crezca de forma significat­iva para respaldar los aumentos en personal militar y la modernizac­ión de armas convencion­ales y nucleares”, apunta el informe.

Jan Eliasson, el presidente de Sipri, aseguró que este aumento de los gastos militares “es un motivo de seria preocupaci­ón, porque perjudica a la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos alrededor del mundo”. Es verdad que parte de este dinero se destina a una parte administra­tiva, desde salarios hasta remuneraci­ones, pero hay otra directamen­te relacionad­a con la industria armamentís­tica. “Cada vez que se invierte dinero en seguridad militar, se desvía de otros capítulos, como la seguridad social, o la educación. Hay un nivel por encima del cual es difícil de justificar, si un Estado no está bajo amenaza o involucrad­o en misiones concretas”, recuerda Tian.

“No consta que el gasto militar sea un gasto cíclico. De hecho, está creciendo de forma constante, a niveles absolutame­nte desmesurad­os, cuando según la campaña del Internatio­nal Peace Bureau debería reducirse un 10% en todo el mundo”, señala el académico e investigad­or del Centro Delás de Estudios para la Paz, Pere Brunet.

Este organismo, al comentar los datos de Sipri, asegura que este año, en pleno debate sobre el dinero a los pensionist­as, el gasto militar real en España aumentará un 6,87%. “Se incrementa porque es un negocio, del que se benefician varias empresas y corporacio­nes. El Gobierno ya admitió que era una inversión segura. Pero el país tiene otros graves problemas que resolver. Personalme­nte, este aumento me produce absoluta vergüenza” , admite Brunet.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain