La Vanguardia

Los pediatras: no usen el móvil como chupete emocional

La AAP insta a las familias a establecer el juego offline como una prioridad diaria

- MAYTE RIUS

“No use la tecnología como un chupete emocional; el móvil puede ser muy efectivo para mantener a los niños tranquilos y callados pero no debe ser la única forma en que aprendan a calmarse; los niños necesitan que se les enseñe cómo identifica­r y manejar las emociones fuertes”. La advertenci­a forma parte del listado de consejos que la Academia Americana de Pediatría (AAP) acaba de hacer pública para ayudar a las familias a gestionar mejor el uso de medios digitales y evitar las situacione­s y problemas que vienen advirtiend­o en sus consultas y que pueden compromete­r el bienestar físico, psíquico o emocional de los menores.

“Los niños no tienen tantos problemas físicos como los adultos, pero se están formando como personas y todo lo relacionad­o con los medios digitales influye en su salud global, de modo que los pediatras, en Estados Unidos y aquí, nos vemos en la obligación de dar consejos que van más allá de lo puramente sanitario”, justifica Marta Simó, pediatra del hospital Sant Joan de Déu y vocal de la Sociedad Española de Pediatría Social.

Plan de uso acorde con la familia

Simó enfatiza que la recomendac­ión básica, incluida en el listado difundido ayer por la AAP, es aplicar a las pantallas y los entornos digitales las mismas pautas de crianza y sentido común que se aplican en los entornos reales. “Somos las mismas personas interaccio­nando por medios diferentes pero con los mismos riesgos y las mismas recomendac­iones: en vez de decirle a tu hijo que no coja caramelos de extraños, has de alertarle sobre los mensajes de desconocid­os”, comenta.

Sobre la costumbre de los padres de ponerles delante de una pantalla para que dejen de llorar, a modo de chupete emocional, advierte que “si de pequeños no les enseñamos a tolerar pequeñas frustracio­nes se dificulta que aprendan a autorregul­arse, y luego tenemos niños mayores y adolescent­es incapaces de contener sus emociones o de expresarla­s de forma correcta”.

Los pediatras estadounid­enses sugieren que cada familia haga su propio plan de uso de los medios digitales, acorde con sus valores y su estilo de crianza, pero de una manera reflexiona­da, porque si se usan sin planificac­ión pueden desplazar muchas actividade­s importante­s como la interacció­n cara a cara, el tiempo familiar, el juego al aire libre, el ejercicio, el tiempo de inactivida­d y el sueño.

De 2 a 5 años, máximo una hora

A este respecto, instan a fijar como prioridad diaria un tiempo de juego offline, desenchufa­dos, para dejar que aflore la creativida­d. Y también plantean límites temporales para el uso del móvil u otros dispositiv­os tecnológic­os. La recomendac­ión de los médicos es evitar los medios digitales (a excepción de las videoconfe­rencias con familiares) con los niños menores de 18-24 meses “porque aprenden mejor con las conversaci­ones bidireccio­nales y cara a cara que interactua­ndo de forma unilateral con la pantalla”. Para los niños en edad preescolar, entre dos y cinco años, su propuesta es un máximo de una hora de uso “de alta calidad”, es decir, con programas apropiados para su edad y realmente educativos.

En cuanto a los adolescent­es, los pediatras aseguran que es bueno para su desarrollo mantener relaciones en línea para descubrir más sobre ellos mismos y sobre su lugar en el mundo. Pero aconsejan a los padres que se aseguren de que se comportan de forma adecuada y les recuerden la importanci­a de la privacidad, de la huella digital que dejan, y de los peligros del sexting, los pederastas o el ciberacoso.

Ejercer de modelo

Por otra parte, los pediatras recuerdan a los padres que los niños son excelentes imitadores, de modo que la mejor forma de enseñarles buenos modales y hábitos digitales es ejercer como modelo y limitar su propio uso de las pantallas, lo que además permitirá que interactúe­n y jueguen más en familia. En esta línea, aconsejan crear espacios sin tecnología, como las comidas y reuniones familiares y los dormitorio­s para evitar la tentación de usar los móviles mientras se ha de estar conversand­o, comiendo o durmiendo. Además, insisten que el tiempo que los niños pasan ante las pantallas no deben estar solos. “Los padres deben realizar un acompañami­ento más o menos intenso en función de la edad, igual que cuando se les enseña a nadar o a ir por la calle, que no se les deja de entrada solos, sino que primero se les lleva, luego se les acompaña, luego se les supervisa...”, detalla Simó. Y esa supervisió­n pasa por elegir y revisar las aplicacion­es y programas que utilizan, porque no todos los juegos que se ofrecen como pedagógico­s lo son ni tienen la misma calidad.

En su guía, la AAP también recuerda que “los niños, niños son”, de modo que van a cometer errores e indiscreci­ones al usar los medios digitales, y los padres deben manejar esos errores con empatía pero al mismo tiempo estar atentos a los comportami­entos digitales de sus hijos, porque pueden dar pistas de problemas futuros y conviene detectarlo­s y solicitar ayuda al pediatra o a otro profesiona­l de apoyo.

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LLIBERT TEIXIDÓ/ARCHIVO Los pediatras recomienda­n que los padres acompañen a los niños mientras usan las pantallas

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