La madre de Gabriel pide que se retiren las acusaciones privadas
Dos entidades se personan en la causa sin avisar a la familia
Patricia Ramírez, la madre de Gabriel Cruz, el niño encontrado sin vida después de 13 días de búsqueda en la zona de Níjar (Almería), exigió ayer mediante un vídeo en internet que la Asociación Andaluza de Estudios Penales y la Fundación Campoamor se retiren sin ejercer la acusación popular, tal como han solicitado al juez del caso. Ramírez ignora cuáles han sido los motivos que han llevado a las entidades a personarse, pero recela de “cuáles son sus intenciones o posicionamientos”, y en todo caso lamenta que puedan contribuir a que “el juicio se dilate aún más en el tiempo”
La madre de Gabriel ha tenido que salir a escena, una vez más, para exigir públicamente respeto a su dolor y al de los familiares y amigos del niño. En esta ocasión, Patricia Ramírez se ha dirigido directamente a esas dos asociaciones y también a los medios de comunicación, a los que ha advertido que “como madre, voy a seguir protegiendo los derechos de Gabriel, sin duda alguna”.
La Asociación Andaluza de Estudios Penales y la Fundación Clara Campoamor han solicitado personarse en el caso, sin comunicárselo a la familia del niño, ni a su representante legal, libremente elegido, una situación que Patricia Ramírez ha calificado de “un poco invasiva”. “Si hubieran pretendido ayudarnos, la vía esperable hubiese sido comunicarse con nosotros y con nuestro abogado”, antes de solicitar su entrada en el procedimiento que se sigue contra la autora confesa del crimen. “Nos encontramos bien representados por la Fiscalía y nuestra acusación”, señala Ramírez, por lo que les pide que desistan de su intención.
Ante un posible levantamiento inminente del secreto del sumario, Ramírez se ve venir la avalancha de informaciones y por ello pide también a los medios que les “eviten el dolor de hacer públicos detalles macabros y aspectos de la investigación que resulten psicológicamente dañinos”, aspectos que “ya nada pueden hacer para devolver a Gabriel a nuestras vidas y que causarían un dolor inmenso”. Por ello, exige que esos detalles especialmente dolorosos sobre la muerte de Gabriel no traspasen las paredes del juzgado almeriense.
Una petición que parece destinada al fracaso si los medios de comunicación, especialmente algunos programas televisivos, se siguen guiando por los patrones utilizados durante la investigación del caso y la búsqueda de Gabriel. El Consejo Audiovisual de Andalucía publicó hace unos días un informe en el que censuraba el “sensacionalismo extremo” con el que varias televisiones, especialmente algunas de ámbito estatal, habían actuado.
“Ante la falta de novedades informativas, algunos programas alargaron la cobertura de la noticia repitiendo contenidos irrelevantes, con conexiones en directo sin valor informativo y difundiendo rumores sin contrastar. Incluso, en los casos más extremos, algunos programas sumieron como propio un papel de investigadores en el caso que no les correspondía”, según las conclusiones del organismo andaluz.
El Consejo ve un abuso “del sensacionalismo y el morbo en detrimento del rigor, la precisión, la moderación y la responsabilidad informativa que exige el tratamiento de la desaparición de un menor, especialmente en las circunstancias y desenlace de este caso” y reprocha el uso de ciertos cebos “para llenar horas de programación y captar audiencia”.
Patricia Ramírez expuso ayer “lo horrible y tremendamente doloroso” que fue enterarse por algunos programas de televisión que su hijo podía haber sido víctima de prácticas de vudú, que intentaron envenenarlo o tener conocimiento de las supuestas frases hirientes que Ana Julia Quezada lanzaba contra el niño mientras transportaba su cuerpo en el maletero del coche, “especialmente porque al existir el secreto del sumario ni siquiera tienes opción de preguntar si esto es verdad o no”.
La mujer solicita a los medios que eviten “detalles macabros” cuando se levante el secreto de sumario