Almirall prepara compras para volver a crecer en EE.UU.
El grupo farmacéutico Almirall estudia comprar licencias de productos o de carteras de productos para volver a crecer en Estados Unidos, donde su filial Aqua ha visto caer sus ventas un 80% tras perder la patente de su principal medicamento, explicó ayer su presidente, Jorge Gallardo, al acabar la junta de accionistas que la compañía celebró en Barcelona.
Gallardo reconoció que el colapso de Aqua hace que en el 2018 el crecimiento del grupo dependa de la evolución del mercado europeo, mientras en Estados Unidos, donde han relevado al equipo directivo, han logrado “detener la hemorragia”, reduciendo los costes de estructura para no tener pérdidas. Sin embargo, explicó, “Estados Unidos es el primer mercado mundial, en el que hay que estar si quieres tener una empresa farmacéutica que crezca”. Gallardo recordó que allí los precios de los medicamentos son 4 veces superiores a los de España y crecen anualmente un 10%, en contraste con la situación española donde, además, una decisión administrativa de recortar costes redujo las ventas del sector un 30% en el 2011. “Para Almirall ha sido vital haber empezado a internacionalizarse en el 2001”, recordó.
Gallardo aseguró que están dispuestos a invertir “lo que haga falta” para rehacer su negocio en EE.UU., recurriendo también a financiación bancaria. Según recordó un portavoz del grupo, el consejo ha establecido un límite de endeudamiento de la compañía de 2,5 veces el beneficio operativo o ebitda (que este año será de 170 millones de euros), y Almirall ahora no tiene deuda, sino 280 millones de euros de tesorería.
Almirall cerró el año pasado con pérdidas de 304 millones por los problemas de su filial estadounidense, que provocaron también una caída de la acción del 47%.Esta caída centró las criticas de los accionistas minoritarios en la junta, a la que asistió por primera vez el nuevo consejero delegado de la firma, el belga Peter Guenter.