Los británicos se vuelcan con una nueva boda real
Meghan Markle, actriz de Hollywood, se casa hoy con el príncipe Enrique
Miles de británicos empezaron ayer a ocupar los espacios por los que pasarán los novios, el príncipe Enrique y la que fuera actriz de Hollywood Meghan Markle, ahora ya alteza real. El príncipe Carlos acompañará a su nuera al altar, en la capilla del castillo de Windsor.
Ha llegado el gran día para el príncipe Enrique y Meghan Markle. La que fuera una actriz de Hollywood entrará a formar parte de la familia real británica como alteza real. Una de las incógnitas más destacadas en los últimos días quedó despejada ayer: el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, es el encargado de acompañar a la novia de su hijo hasta el altar. Según rezaba el comunicado oficial que hizo público el palacio de Kensington, fue la exactriz quien se lo pidió. Días antes se confirmaba que su padre, Thomas Markle, finalmente no asistiría por problemas de salud.
Tras pasar su última noche de solteros –Enrique, en el hotel de lujo Coworth Park, ubicado en Berkshire, a 15 minutos del castillo de Windsor, y Meghan, en el Cliveden House, junto a su madre, Doria Ragland–, la pareja acudirá hoy a Windsor para contraer matrimonio. Ayer por la tarde, Enrique, acompañado de su hermano Guillermo, que ejerce de padrino, realizó el último ensayo en el castillo. A la salida, saludaron a los cientos de personas que se encontraban en los alrededores del castillo, algunos desde hace días.
Hoy, será el príncipe Enrique el primero en llegar con Guillermo. Será 15 minutos antes de que arranque la ceremonia –prevista para las 12 h (13 h en España). En el último minuto aparecerá la novia en coche, acompañada por su madre, Doria Ragland. En ese momento se desvelará el secreto mejor guardado: el vestido de la novia. Al bajar del coche, Meghan caminará hasta la capilla acompañada únicamente por los pajes y damitas de honor. Ya en el interior, será el príncipe Carlos quien la lleve hasta el altar.
Enrique y Meghan se dará el sí, quiero en la capilla de San Jorge, un espacio que ya ha visto pasar otras 15 bodas reales. El edificio actual de la capilla, dedicado al patrón de Inglaterra, se levantó en 1475 por orden del rey Eduardo IV, que más tarde sería enterrado allí. Medio siglo después el recinto se completó durante el reinado de Enrique VIII. Cerca del altar, se encuentran las tumbas de una decena de monarcas, y bajo los suelos de la capilla están sepultados los bisabuelos de Enrique, Jorge VI y la reina Isabel.
El castillo de Windsor es una de las residencias preferidas de Isabel II, donde la soberana pasó su infancia cuando era princesa para protegerse de los bombardeos de la II Guerra Mundial, y en la que a menudo pasa los fines de semana. De hecho, uno de los momentos más dolorosos, en 1992, aquel annus horribilis. fue cuando se incendió un ala del castillo.
La ceremonia será oficiada a tres bandas por el arzobispo de Canterbury Justin Welby (que en abril bautizó a la novia con agua del Jordán y le dio la bienvenida a la Iglesia anglicana), el decano de Windsor, David Conner y el reverendo afroamericano Michael Bruce Curry, de la Iglesia episcopal norteamericana, vinculado en su día al movimiento por los derechos civiles en Baltimore.
Unos 2.600 invitados podrán pasar al recinto amurallado del castillo de Windsor para ver la llegada de los novios. En la capilla de San Jorge serán 600. Y sólo 200 privilegiados estarán luego en la recepción en Frogmore House que ofrecerá el príncipe Carlos por la tarde.
Se espera que con puntualidad británica, a la 13.05 (14.05 en España), Enrique y Meghan, ya convertidos en marido y mujer, subirán a la carroza real, un landó descubierto, –una de las cinco predilectas de la reina– para pasear durante 25 minutos por las calles de Windsor, arropados por el regimiento de la caballería montada, en el que será su primer baño de multitudes tras la boda. Se estima que más de 100.000 británicos y turistas se agolparán a las puertas del castillo para verlos.
Los novios han realizado dos ensayos, el jueves y ayer, en el que también estuvo el príncipe Carlos. Los dos días Enrique y Meghan fueron a Windsor en coche, donde saludaron a través de los cristales. El jueves por la tarde la pareja acudió a tomar el té con la reina. Los duques de Cambridge también fueron fotografiados dejando el palacio de Kensington rumbo a Windsor. Ayer, Enrique Meghan y volvieron a tomar el té con Isabel II para presentarle a Doria, la madre de la novia. El día antes, se reunió con el príncipe de Gales, su esposa Camila y también los duques de Cambridge y sus hijos.
Jorge y Carlota de Cambridge formarán parte del cortejo nupcial. La ausencia confirmada es la del príncipe Luis, que nació el 23 de abril. Sí estará Catalina, que hará su primera aparición oficial después de convertirse en madre por tercera vez. Además, estará muy representada la rama Spencer de la familia, como homenaje a Diana. Por parte de Meghan, no estarán ni su padre, operado el miércoles del corazón, ni sus medio hermanos, con quienes la exactriz no mantiene relación alguna. En cambio, sí que asistirán sus compañeros de reparto de la serie que le dio la fama, Suits .En Windsor todo está a punto, y el tiempo promete ser espléndido.
La novia ha dormido en el hotel Cliveden House con su madre, que por la tarde tomó el té con Isabel II