Despedida de campeón
Viran Morros, jugador del Barça Lassa de balonmano
Después de siete años vistiendo la camiseta azulgrana, con la que ha ganado 32 títulos, Viran Morros de Argila se despide, en el último partido de la Liga Asobal, que enfrenta al FC Barcelona con el Teucro de Pontevedra, de la afición culé en el Palau Blaugrana.
Con dolor, pero sin rencor, Viran Morros de Argila (Barcelona, 1983) se despide hoy, en el último partido de la Liga Asobal (ante el Teucro, a las 17 h), del Palau Blaugrana. Ha sido su casa los últimos siete años, la escuela donde se formó –desde los 16– y el templo donde ha triunfado. En este tiempo, quien fue considerado uno de los mejores defensores del mundo ha ganado 32 títulos y se ha convertido en uno de los jugadores más queridos de los culés. Antes de marcharse a París, Morros conversaba con
La Vanguardia.
Es la segunda vez que se marcha del Barça. Lo hizo con 19 años para irse al Teucro, y ahora con 34 para fichar por el PSG. ¿Cuál es más dolorosa?
Sin duda, esta. La otra vez tenía 19 años. Realmente no podía jugar en el Barça, no tenía nivel en aquella plantilla. Era un momento en el que no sabía si marcharme y tratar de hacer carrera en este deporte, o bien quedarme para jugar en el segundo equipo y acabar jugando a un nivel más amateur. Ahora es diferente. He estado siete años aquí, siendo importante, ayudando al equipo. Es una decisión más dolorosa porque no quería marcharme, no tenía ninguna intención. Y ha estado fuera de mi control.
¿Cree que podría haber rendido a buen nivel todavía uno o dos años más?
Personalmente creo que sí, pero eso nunca lo sabremos. Si no existe la oportunidad, no se puede saber.
¿A qué atribuye que no hayan querido renovarle?
Es una decisión de Pasqui [el entrenador, Xavi Pascual] y Barru [el mánager deportivo, David Barrufet], que ya han dado sus razones. Las respeto, pero no las comparto. Pero no creo que esté pagando ningún plato roto.
¿Qué motivos le han dado?
Ninguno. No he hablado con ellos de nada de todo eso.
Pero debe saber por qué no continúa...
Las razones que ha dado Barrufet (en la prensa) es que querían evitar hacer cambios de ataque-defensa, y yo tengo 34 años y querían traer a alguien más joven. Lo respeto. Pero creo que podía seguir siendo importante en el equipo.
Que lo fiche el PSG, uno de los cuatro finalistas de la Champions y de los grandes de Europa, le debe dar argumentos...
Antes del verano ya sabía que no seguiría aquí, me lo olía. A mediados de septiembre me lo confirmaron. Estuve pensando qué hacer, si seguir jugando o no, y recibir la oferta de varios equipos me dio fuerza y confianza en mí mismo para seguir. Físicamente me encuentro muy bien, me veo con ganas, me encanta la vida del vestuario, y esta es una gran oportunidad para seguir viviendo eso. Y hacerlo en un proyecto deportivo como el del PSG, todavía mejor.
¿Qué le ha dolido más?
No hay que dramatizar. Es ley de vida. Lo he vivido en todos los equipos con otros compañeros. Todo el mundo sabe que un día le llega el final en un club. No estoy dolido con nadie. Pero me hubiera gustado continuar, podría seguir ayudando. Pero no era mi decisión.
¿Lo mejor de esta segunda etapa blaugrana (2011-18)? Todos los títulos que hemos logrado. Ganar la Champions ha sido lo máximo, y hacerlo con el equipo de tu corazón es impresionante. Aquel fin de semana en Colonia 2015 fue muy especial, siempre lo recordaré.
¿Y lo peor?
La derrota ante el Granollers en casa escoció mucho. Personalmente, y a todo el equipo. Fue una derrota muy dura. No porque se acabara la racha de imbatibilidad, que un día u otro llegaría y no nos preocupaba tanto, sino por el hecho de que fue contra el Granollers y en casa. Hizo daño.
¿Más que quedar fuera de la Champions en octavos y en el Palau ante la afición?
Está claro que no ha sido un buen año. El equipo no ha sido consistente en toda la temporada, ha sido la más irregular de las siete que he estado aquí. Quedarte fuera de la Champions antes de cuartos es un golpe duro, y más como fue, cuando ganábamos de 6... Fue duro.
¿Cómo se explica esta irregularidad, constante todo el año?
No encuentro un motivo. Es esta inconsistencia que hemos tenido, en cada partido. Los primeros 20 minutos en casa del Montpellier fueron muy buenos, ganábamos de 4 o 5, y sufrimos una desconexión de 10 minutos donde encajamos un 7-1... Eso nos ha estado pasando todo el año. El primer partido de Champions ante el Rhein Neckar... Encontrar una explicación... Supongo que hay un poco de todo: tácticamente, emocionalmente, la concentración, físicamente... Ha sido un año con muchas lesiones, la gente ha acumulado más minutos de lo habitual; la llegada de Aron Pálmarsson más tarde; la segunda lesión de Lasse Andersson; Wael Jallouz no ha estado al 100%; Jure Dolenec ha estado sufriendo lesiones toda la temporada... Todo esto nos ha dado cierta inconsistencia.
¿Se ha imaginado el día que tenga que volver al Palau Blaugrana?
Volver al Palau siempre será bonito, aunque sea hacerlo con otra camiseta. Será como volver a casa.
¿Qué añorará más?
Lo más duro de marcharme es dejar Barcelona, la familia, los amigos, el día a día, dejar de ser jugador del Barça. Para un culé como yo es muy especial. Eso lo echaré de menos. En Barcelona se vive muy bien, nunca hace frío, es mi ciudad. Esto es mi casa. Los amigos, la familia, la gente del vestuario...
¿El mejor recuerdo que se llevará de 7 años de blaugrana?
Cuando vas a un equipo haces compañeros y amigos, que son los que siempre quedarán. Gente con quien he coincidido u otros que ya se han marchado, con los que mantendré una gran relación, como Gurbindo, Entrerríos, Víctor, Valero, Gonzalo, Gudjon, Jesper, Filipo... No me quiero dejar a nadie. Estos vínculos perdurarán.
Ahora se le abre una etapa estimulante en París.
Es un proyecto muy bonito. Es muy emocionante a los 34 años tener una oportunidad como esta, es un nuevo reto en mi carrera que nunca hubiera imaginado. Me reencontraré con Abalo, con quien estuve tres años en Ciudad Real, con Niko (Karabatic) otra vez, con Rodrigo (Corrales), volveré a coincidir con Raúl (González, el nuevo entrenador), siempre he tenido una gran relación con él, me ayudó mucho en Ciudad Real. Todo eso hace que sea un proyecto mejor para mí.
EN EL MOMENTO DEL ADIÓS “Lo más duro de irme es dejar Barcelona, la familia, dejar de ser jugador del Barça para un culé como yo”
LAS DUDAS
“Estuve pensando si seguía jugando o no; recibí varias ofertas y la del PSG me dio confianza para continuar”
LO MEJOR DE SIETE AÑOS “Ganar la Champions ha sido lo máximo, y hacerlo con el equipo de tu corazón es impresionante”
EL FUTURO REGRESO AL PALAU “Volver al Palau siempre será bonito, aunque sea con otra camiseta; será volver a mi casa”