Guiños a Shakespeare, besos a Zurbarán
Con sus filmes, Dean dialoga con un retrato del dramaturgo o un bodegón del pintor
La artesana Tacita Dean posee algo extraordinario y preciado en un mundo, el del arte contemporáneo, que a veces se excede en el postureo y en una exagerada sonrisa profidén. Aunque toque géneros clásicos, su trabajo es alérgico a las convenciones. Apenas da entrevistas, es una ermitaña de pelos canos y despeinados que se aísla del mundo todo lo que puede. En Los Ángeles eso es posible y también lo contrario. El día de la entrevista ignoraba que al cineasta alemán Wim Wenders lo habían nombrado miembro honorario de la Royal Academy, institución a la que ella pertenece de pleno derecho desde hace diez años igual que figuras como Anish Kapoor, David Hockney, Norman Foster o Tracy Emin: “¿Diez años ya? La verdad es que ni llevo la cuenta, soy una mala académica, seguramente una inadaptada…”, afirma con un deje de ironía.
A su mérito de exponer en tres de las catedrales pictóricas de Londres se le tiene que añadir un redoble adicional: nunca hasta ahora la Portrait Gallery, fundada hace 162 años, había cedido sus salas a la exhibición de arte en formato celuloide. Suyo es el honor. Qué orgulloso estaría su abuelo, Basil Dean, director y productor de cine y teatro que en su día también fundó una institución mítica como los estudios cinematográficos Ealing.
En las paredes de la Portrait, los perfiles fílmicos de Tacita Dean (por ejemplo el homenaje al legendario bailarín Merce Cunningham, seis retratos distintos, cada uno en una pantalla) conviven con obras de Claes Oldenburg o Mario Merz, con pinturas de Cy Twombly y del propio Hockney, otro británico muchos años afincado-aislado en Los Ángeles al que la pintora conoce bien.
En la famosa Sala 16 de la Portrait, el diálogo entre lo viejo y lo nuevo es especialmente intenso, pues allí interactúa el retrato más famoso de William Shakespeare (el de la calva prominente y el pendiente, obra de John Taylor), con el filme His picture in little, en el que retrata a actores que en los últimos años han encarnado a Hamlet, como Stephen Dillane (The Bridge, Juego de Tronos), el veterano David Warner (La profecía) o Ben Wishaw (el célebre Q de la saga James Bond).
En la National Gallery (cuya muestra, como la de la Portrait, acaba el 28 de mayo), Tacita Dean no sólo expone trabajos nuevos y revisitados, sino que ha comisariado la muestra en la que entabla conversación con obras de Wolfgang Tillmans, Roni Horn o Francisco de Zurbarán, que no pintó muchas naturalezas muertas como tema principal, pero que bordó una tela titulada Una copa de agua y una rosa, composición que forma parte de los fondos de la National Gallery.
Para el mes que viene, la Fundación Botín de Santander expondrá, a partir del 23 de junio, algunas obras de la artista británica que pertenecen a la colección permanente del centro santanderino.
FOTOGRAMAS Y PINCELADAS Nadie antes había expuesto material fílmico en los 162 años de la Portrait Gallery
CONVERSACIÓN DE SEIS SIGLOS La obra de Dean interpela a clásicos como Taylor (siglo XVI) o Hockney (XXI)