La inusual diva surgida de Eurovisión
LA INTÉRPRETE QUE GANÓ EL FESTIVAL PARA ISRAEL REIVINDICA UN MENSAJE FEMINISTA Y DE PLANTAR CARA AL ACOSO CON SU CANCIÓN ‘TOY’ Y SU SOBREPESO
La rompedora intérprete israelí Netta, que el pasado sábado se coronó en Lisboa ganadora del festival de Eurovisión, exhibe sin complejos su sobrepeso, convertido junto a su voz en ingrediente significativo de su canción Toy, una mezcla de pop, k-pop (música comercial surcoreana), hiphop y sonidos medioorientales, pletórica de mensaje feminista y antiacoso. La letra es en inglés, con alguna palabra en hebreo y japonés, y mucha onomatopeya.
Netta Barzilai, de 25 años, redondeó su actuación –y el pegadizo y frenético vídeo correspondiente, que lleva más de 44 millones de reproducciones en YouTube– con cacareos y un baile gallináceo, con el que evoca a los cobardes que, como gallinas, abusan de otras personas. “¡Soy tan feliz,… gracias por aceptar las diferencias, gracias por celebrar la diversidad!”, balbuceó emocionada al subir a recoger el trofeo.
También proclamó su amor a su país y parafraseó la frase tradisu cional de los judíos por Pascua (“El año próximo, en Jerusalén”), para indicar dónde se celebrará el festival del 2019. En efecto, así lo confirmó el propio primer ministro, Beniamin Netanyahu, lo cual augura un incremento de la tensión geopolítica, que esta semana se recrudeció con la muerte de al menos 58 palestinos a manos del ejército israelí durante las protestas por el traslado de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, ciudad que tanto Israel como Palestina reivindican como capital. Sobre Netta han llovido insultos en las redes por el mero hecho de ser israelí, y aparecieron la noche misma de triunfo lisboeta, antes de sangrienta jornada en Gaza.
En la rueda de prensa como ganadora en Lisboa, Netta, descarada y eufórica, se concentró en su propia felicidad. “Estaba compitiendo conmigo misma, nunca estuve nerviosa con mi actuación. Creo que todo el mundo actuó de forma increíble esta noche, incluida Eleni, y bueno... alguien tenía que ganar”, dijo riendo. Por su aspecto, Netta es una diva pop radicalmente distinta de Eleni Foureira, la explosiva, delgada y sensual representante de Chipre, que quedó segunda con la canción Fuego. “Yo juego con mi cuerpo, soy yo quien decide presentarlo en el modo en que yo lo entiendo”, declaró Netta, que además privilegia en su atuendo los kimonos coloridos, y en su peinado, los moños enhiestos.
Netta Barzilai, soltera y residente en Tel Aviv, era una completa desconocida incluso en su país hasta que ganó el concurso televisivo de talentos que conlleva ir a competir a Eurovisión. Hasta entonces actuaba en locales y bodas como cantante o pinchadiscos, y formó parte de la banda musical de la Armada cuando hizo el servicio militar.
Nacida en 1993 en Hod HaSharon, localidad al norte de Tel Aviv, de pequeña vivió cuatro años en Nigeria, donde su padre trabajaba en una constructora israelí. Al regresar la familia a Israel, tuvo que adaptarse y le costó. Su infancia estuvo marcada por las burlas de compañeros de clase por su físico, por el fracaso de las dietas para adelgazar y por periodos de bulimia, como ella misma ha explicado.
Cantar se convirtió en el modo de conjurar esos sinsabores, de modo que ingresó en Rimon, una de las escuelas de música más prestigiosas del país. En Toy, canción compuesta por Doron Medalie –un habitual de la escena eurovisiva en los últimos años– y Stav Beger, se oyen frases de afirmación femenina como “no soy tu juguete, chico estúpido”, o “mírame, soy una bella criatura”, aunque ella dice que valen para cualquier víctima de acoso, hombre o mujer. Con su aspecto rotundo y su reivindicación feminista, Netta Barzilai lleva camino de convertirse en un icono más allá de la música.
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Netta actuó en locales y bodas y formó parte de la banda musical de la Armada mientras hacía el servicio militar