UNA LIGA UNIVERSAL
La FIFA prepara un torneo que reunirá cada cuatro años a los 24 mejores equipos del mundo a partir del 2021.
Un sueño imposible del mundo del fútbol siempre ha sido poder proclamar al mejor club del mundo, sin discusión. Para ello, la FIFA perfila ahora un torneo con 24 finalistas que se disputaría cada cuatro años a partir de 2021. Pero la historia viene de lejos...
Entre 1952 y 1957 ya se concretó en Venezuela una competición denominada Pequeña Copa del Mundo, pero no era más que un torneo amistoso por invitación, aunque con participantes de primera fila. Hubo un intento de relanzarla, en 1963, pero sólo faltó entonces el secuestro de Alfredo di Stéfano en Caracas para enterrar por completo la iniciativa. Además, poco antes ya había nacido la primera gran competición internacional de clubs: la Copa Intercontinental.
La creación de la Copa de Europa, en 1955, y de la Copa Libertadores de América, en 1960, desembocó de forma natural en la Intercontinental, la madre de todas las batallas antes incluso de que se acuñara la expresión: una final a ida y vuelta entre los dos grandes campeones.
La Intercontinental nació en 1960 y en su primera edición enfrentó al Real Madrid como campeón europeo con el Peñarol como rey de Sudamérica. Un empate sin goles en el Centenario de Montevideo y un rotundo 5-1 en el Bernabeu certificó la superioridad del fútbol europeo, que era en realidad lo que estaba en juego según se explicaba en aquellos tiempos de escasas confrontaciones transoceánicas.
La Intercontinental tuvo unos años de gloria, pero fue víctima de la enorme tensión que generaba. Los equipos europeos se quejaban de la dureza con que eran recibidos, especialmente en Argentina y Uruguay, donde por norma pitaba un árbitro sudamericano (y un europeo en Europa). Un buen ejemplo del ambiente tenso de las finales sucedió hace exactamente 50 años, en la confrontación de 1968, una guerra auténtica entre el Estudiantes de La Plata y el Manchester United.
El Estudiantes que entrenaba Osvaldo Zubeldía tenía futbolistas de calidad como La Bruja Verón, pero iba escoltado por auténticos guerrilleros, con Carlos Salvador Bilardo a la cabeza. En el Manchester se alineaban jugadores de lujo como Denis Law, Bobby Charlton o George Best, pero también futbolistas de dureza superlativa, como Nobby Stiles. Aquello no podía acabar bien. Ya en la ida (1-0) en la Bombonera de Buenos Aires hubo acciones de dureza inusitada y Stiles fue expulsado. Otro ejemplo: una patada sin contemplaciones a la rodilla de Best hizo que el genial norirlandés recogiera la pelota con la mano y se la entregara a su agresor, en un símbolo de la impotencia que sentía para jugar a fútbol en aquel ambiente. El Estudiantes era un equipo preparado para defender un gol con todas las artimañanas habidas y por haber. Además, Charlton necesitó puntos de sutura en una herida.
El ambiente para la vuelta era infernal. “En la cancha nunca mataron a nadie”, declaraba Zubeldía en el aeropuerto de Eceiza poco antes de la salida de la expedición argentina, despedida como un ejército hacia la batalla. En Old Trafford sólo resonaba un cántico persistente: “Animals, animals, animals!”.
Fue una guerra sin cuartel que finalizó en empate a uno. Stiles ya no pudo jugar. Law tuvo que retirarse cojo en el minuto 44 y Best cayó en la provocación de Hugo Medina. Ambos fueron expulsa-
La FIFA prepara un torneo cuatrienal que reunirá a los 24 mejores equipos del mundo a partir
del 2021
dos, pero los perjudicados en el cambio de cromos fueron los ingleses, claro. “Conducir el balón ante Bilardo es poner tu vida en peligro”, comentó el entrenador de los reds, Matt Busby. Pero no era sólo Bilardo, le acompañaba por ejemplo Aguirre Suárez, el terror de los tobillos, años más tarde reconocido leñero en la Liga, con el Granada y el Salamanca.
Un año antes ya hubo incidentes destacados en la final entre el Racing de Avellaneda y el Celtic de Glasgow. En 1971 el campeón europeo, el Ajax, se negó a jugar y Europa mandó al subcampeón. Los neerlandeses hicieron lo mismo en 1973. Como el Bayern, en 1974, lo que permitió al Atlético de Madrid, proclamarse campeón mundial sin haber ganado antes la Copa de Europa. El torneo estaba herido de muerte. No se jugó ni en 1975 ni en 1978. Finalmente, en 1980 se introdujo la final a partido único en terreno neutral y luego, desde el 2005, la FIFA apadrinó el actual Mundial de clubs, con representantes de cada continente.
Pero la gran revolución se prepara para 2021: un auténtico torneo mundial, con 24 finalistas, cada cuatro años. La iniciativa cuenta con el visto bueno de los grandes de Europa, cuyo apoyo es imprescindible para estas iniciativas. Pero la UEFA no lo ve claro.
Según el plan que ha anunciado la FIFA, pendiente de aprobación definitiva, el torneo se jugará en el mes de junio, durante 18 días. La mitad de los finalistas, 12, serán europeos y los 24 equipos se distribuirán en 8 grupos de 3. Luego los 8 campeones entrarán en eliminatorias directas, desde cuartos de final hasta la final. Todo siempre a partido único y sin prórrogas por lo que cada finalista jugaría como mínimo 2 partidos y un máximo de 5 si alcanza la final.
El secreto del montaje (que la UEFA intenta frenar pues teme que haga sombra a la Champions) es, cómo no, el dinero. El último Mundial de clubs generó apenas 37 millones de dólares y el misterioso grupo inversor (con raíces en China, Japón y Arabia Saudí) que ha lanzado esta idea a la FIFA promete... 12.000 millones por 4 ediciones (hasta 2033).
La elección de los 12 clubs europeos para la primera edición se haría por invitación, para reunir a los diez equipos de mayor tradición (lo que incluye al Barça y al Madrid) y añadir otros dos en base a los resultados de los últimos años... y el interés televisivo que despierten. En ediciones sucesivas, los clasificados serían los vencedores de las 4 Champions anteriores y los equipos con mejor coeficiente. A cambio de esta nueva competición, la FIFA eliminaría el actual Mundial y también la Copa Confederaciones.
Un grupo inversor con raíces en China, Japón y Arabia Saudita asegura 12.000 millones de dólares
Se jugaría en junio, con un mínimo de 2 partidos y un máximo de 5 para cada participante y sin prórrogas