La convicción de un conseller encarcelado
Josep Rull i Andreu (Terrassa, 1968) ha vuelto a ser nombrado conseller de Territori i Sostenibilitat pese a encontrarse privado de libertad en la cárcel de Estremera, por lo que el cargo depende del Gobierno central y del juez. Fue el único de los consellers de Carles Puigdemont que acudió a su despacho a trabajar tras aplicarse el artículo 155 de la Constitución mientras el expresident se instalaba en Bruselas. De hecho, sus recuerdos de Tintín e incluso las fotos de sus hijos se quedaron en el despacho cuando fue encarcelado la primera ocasión.
Rull es un independentista precoz de la antigua CDC. Militó en CDC desde 1989, siendo secretario de Organización entre el 2012 y el 2014, y coordinador general entre el 2014 y el 2016, para pasar después a formar parte del PDECat, del
Damià Calvet Nacido en Vilanova i la Geltrú en 1968, es la persona mejor posicionada para ocupar la Conselleria de Territori
si Rull no puede hacerlo. Es teniente de alcalde de Urbanismo y Economía de Sant Cugat y director del Institut Català del Sòl que es miembro del Consejo Nacional. Defendía la opción soberanista muchos años antes de que los convergentes virasen en esa dirección tras el congreso del 2012, en el que aprobaron oficialmente avanzar hacia el Estado propio. Junto a Turull simbolizan la reconversión de la antigua CDC al puigdemontismo. Son él y Turull, enfrentados por el poder en la fundación del PDECat, quienes aunan fuerzas la pasada legislatura y defienden ante el expresident que no convoque elecciones y siga adelante con la declaración de independencia. Tras un mes en prisión se incorporaron al equipo de campaña de Puigdemont y negociaron con ERC el pacto de legislatura. Su segundo encarcelamiento, el 23 de marzo, no truncó su deseo de seguir adelante con el nombramiento de conseller./ Redacción