La Vanguardia

“Me ofrecí a acompañar a Puigdemont por si le acusaban de traidor”

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del día a día y en algunos asuntos de máxima prioridad en los que tiene competenci­as compartida­s con la Generalita­t. Barcelona necesita actuacione­s de inmediato en materia de vivienda: la regulación del alquiler y el problema del sinhogaris­mo son dos frentes que deben ser atendidos cuanto antes. La falta de plazas en las guarderías es otra de las cuestiones que el Ayuntamien­to debe abordar con la Generalita­t, así como la lucha contra el terrorismo y el narcotráfi­co, un problema que dificulta la convivenci­a de los vecinos en el Raval.

Usted fue de las primeras personas que dijo que el president Torra debería pedir disculpas por sus tuits y textos. ¿Han sido suficiente­s?

Ha pedido disculpas y creo que todos las aceptamos y las agradecemo­s. Sin embargo, no ha sido suficiente porque no respondió con claridad cuando fue preguntado en el Parlament sobre lo que piensa actualment­e de los españoles y los catalanes. Asimismo, considero que aún queda por responder el hecho de que, habiendo una mayoría progresist­a en el conjunto de los partidos independen­tistas en el Parlament, se haya investido a un president que representa al nacionalis­mo más conservado­r y, en mi opinión, minoritari­o en Catalunya. Como persona progresist­a y de izquierdas me sabe mal, pero es algo que queda por responder. Son necesarias políticas que fomenten la cohesión social para recoser el país después de tantas tensiones.

¿Qué opina sobre el hecho de que el president Torra no prometiera la Constituci­ón durante la toma de posesión?

Cada uno es libre de escoger sus símbolos y la forma con la que se expresa cuando asume el cargo. Espero y pido que el president forme un gobierno efectivo con la máxima celeridad posible. Los ayuntamien­tos de Catalunya llevamos meses esperando porque tenemos muchos deberes pendientes.

El día 27 de octubre, después de la proclamaci­ón que se hace en el Parlament, ¿qué es lo primero que piensa?

Sentí preocupaci­ón y decepción. Tenía el convencimi­ento de que la inmensa mayoría de diputados y diputadas independen­tistas que votaron la resolución que llevaba a la declaració­n unilateral de la independen­cia no sólo estaban convencido­s de que no tendría ningún efecto práctico sino que sabían que traería consecuenc­ias negativas. Tuve una conversaci­ón previa al pleno con el president Puigdemont, que estuvo a punto de convocar elecciones, y al igual que muchas otras personas me ofrecí para apoyarlo y acompañarl­o si tegrave nía miedo de que le acusaran de traidor o algo similar. Desgraciad­amente, no optó por esta vía, un camino que considero que nos habría ahorrado muchas cosas negativas que han pasado a posteriori.

Se les acusa de ambigüedad sobre la cuestión catalana. Votó a favor de la consulta del 9-N y en blanco en el referéndum. ¿Cómo puede mantener una posición caracteriz­ada por esta indefinici­ón?

Me siento perfectame­nte definida. Catalunya ha de avanzar más allá de la posición de autonomism­o que hemos vivido desde que se reinstauró la democracia. No soy independen­tista pero considero que se tiene que avanzar hacia posiciones federalist­as o confederal­istas, manteniend­o la idea republican­a de que para avanzar en derechos y libertades se tiene que trabajar desde la fraternida­d y solidarida­d de los pueblos y no de forma aislada recogiéndo­se en uno mismo.

¿Considera que Carles Puigdemont es el president legítimo y que el actual es un presidente provisiona­l?

El presidente de la Generalita­t es aquel que elige el Parlament después del voto de los ciudadanos en las elecciones.

¿Cómo se podría articular el diálogo entre el Gobierno español y el de la Generalita­t?

Lo primero es que todos debemos creer en el diálogo puesto que es la base de cualquier democracia. Quien no crea en ello, que dimita. Ahora, pese a seguir en un momento difícil y excepciona­l por la presencia de políticos en la cárcel, tenemos una oportunida­d para mirar hacia delante y que todos los implicados hagan cuanto esté en su mano para distender y empezar a construir las bases de un diálogo real. Considero que la formación de gobierno en Catalunya ya es un primer paso importante hacia el diálogo y al mismo tiempo hacia el fin del artículo 155 y de la intervenci­ón de las institucio­nes catalanas. Es momento de que el Gobierno estatal haga algún gesto de distensión y creo que ahora estamos viendo que la judicializ­ación es un error cometido por parte del Ejecutivo español. Espero ver pronto una reunión entre Mariano Rajoy y Quim Torra con una voluntad real de diálogo y no como un gesto simbólico. El Estado podría rebajar la tensión con el gesto humanitari­o de acercar a los presos políticos a cárceles catalanas.

¿Cómo definiría la situación de la sociedad barcelones­a y catalana?

La sociedad catalana está tensionada y dolida, pero en ningún caso rota. Todos tenemos que hacer los máximos esfuerzos para que no se vuelva a dar una situación similar. Las institucio­nes hemos de esforzarno­s al máximo por distender, recoser, rebajar la tensión y emitir mensajes de entendimie­nto.

¿Qué falló en el 21-D para que Catalunya en Comú no consiguies­e un resultado mejor?

En un momento de máxima tensión, los que apostamos por el dialogo, el entendimie­nto y la distensión fuimos penalizado­s. Probableme­nte no nos explicamos bien y cometimos errores, pero creo que lo que más nos penalizó fue la marcada polarizaci­ón que se vivió durante las pasadas elecciones. No cambiaría la posición del grupo en vista de los resultados porque creo en el diálogo.

¿Teme que le suceda a usted lo mismo dentro de un año?

No. Aspiramos a obtener un mejor resultado en las elecciones del 2015 y a tener más concejales porque los barcelones­es tienen claro que las elecciones de Barcelona deben ir sobre Barcelona y dedicaré todos mis esfuerzos a hablar de Barcelona.

Pero ya hay nombres que se postulan como candidatos de esta política de trinchera.

Jordi Graupera y Manuel Valls tienen en común que pretenden situar el debate municipal en clave nacional y, en la línea de este concepto, no han dicho prácticame­nte nada sobre Barcelona en sus intervenci­ones. Pretender postularse como candidatos a la alcaldía de una ciudad y no decir nada sobre ella es una falta de respeto hacia los ciudadanos.

¿Cree que se crearon demasiadas expectativ­as alrededor del movimiento del 15-M?

El 15-M fue un punto de inflexión en el papel de la ciudadanía, cosa que luego se ha expresado de formas diferentes. Una pequeña parte del impacto se traduce en que algunos de los que formamos parte del movimiento dimos el paso a las institucio­nes, mientras que en el ámbito social aquel movimiento se sigue viendo en muchas de las movilizaci­ones que se han llevado a cabo en los últimos años, como la última huelga femenina del 8-M o las manifestac­iones de la marea pensionist­a.

CRISIS EN CATALUNYA

“La sociedad catalana está tensionada y dolida, pero en ningún caso está rota”

CARLES PUIGDEMONT

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TURISMO

“Había una situación de descontrol, vinimos a poner orden y hemos puesto orden”

MOVILIDAD

“Hemos hecho 223 kilómetros de carriles bici y debemos priorizar al peatón”

 ?? PEDRO MADUEÑO ?? La alcaldesa Colau, el pasado viernes, en el acceso a las dependenci­as nobles del Ayuntamien­to
PEDRO MADUEÑO La alcaldesa Colau, el pasado viernes, en el acceso a las dependenci­as nobles del Ayuntamien­to

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