El encanto del amor sin brújula
Esmorza amb mi Autor y dirección: Iván Morales Intérpretes: Anna Alarcón, Andrés Herrera, Mima Riera y Xavi Sáez Lugar y fecha: Sala Beckett (17/V/2018)
Iván Morales-autor es un padre para sus personajes: los quiere y cuida; los observa y retrata con cariño, los acepta con sus imperfecciones y errores. Nunca los juzga. Deja que tropiecen con todas las piedras. Y que caigan. Pero siempre les concede la oportunidad –aunque sea la antesala del fracaso– para levantarse y continuar. Con este manto protector se presentaban ante el público las criaturas heridas de Sé de un lugar, Jo mai o Cleòpatra .Yasíse muestran los cuatro seres (dos mujeres y dos hombres) perdidos en el laberinto de sus pasiones de Esmorza amb mi.
Un texto incubado durante años, que se puede leer como la continuación madurada de Sé de un lugar. Nuevo capítulo en el accidentado aprendizaje sentimental que parece guiar su obra dramática. Morales es un romántico de barrio, como el léxico que manejan sus personajes. Usan un lenguaje tan desacomplejado, bastardo, refractario a cualquier normativa, que suena tan a calle y a verdad que el público los adopta a ellos y sus problemas como si fueran los propios. Con el mismo triste porcentaje de error y acierto que cualquiera podría contabilizar.
Dramaturgia de la empatía. Así se entiende también el protagonismo que asume en sus montajes la música. En sus obras han sonado Triana, punk-rock en directo y ahora Burt Bacharach. This Guy’s in Love with You es la canción que explica el fondo y la realidad de la trama. Es la frase. Es la melodía perfecta que persigue Salva, un músico que dejó el underground para ganarse la vida como compositor mercenario. Un tipo tan Peter Pan como el otro rol masculino: Sergi, celador y fisioterapeuta fiel discípulo de las sentencias de Confucio. Bruce Lee Be water, my friend destensando articulaciones con cadencia de capoeira. Perfiles que se vuelven más serios cuando el foco cae sobre las mujeres: Natàlia, camarera y artista audiovisual instalada en la precariedad y en el dolor de un proceso de rehabilitación tras un grave accidente; y Carlota, estrella en potencia del pop, polifacética, adicta a la duda, el tedio y la insatisfacción.
Buenos personajes en manos de un reparto sobresaliente. Anna Alarcón (Natàlia), Andrés Herrera (Salva), Mima Riera (Carlota) y Xavi Sáez (Sergi) aprovechan cada uno de sus grandes momentos. Dos escenas maravillosas. La inicial: Natàlia, en una camilla, inválida, dejándose mimar por las manos de Sergi y su amabilidad zen. La segunda (sin frase, en una obra de verbo fácil y mucha filosofía sobre el silencio): Carlota seduciendo a Salva con la mirada y el chasquido con swing. La Beckett rendida al glamur beatnik de Let’s Make Love de Cukor. Y como regalo, una sorprendente transformación del espacio de la sala principal del teatro.