Peajes: agenda modernizadora o populismo
Estamos de acuerdo en que, en el mundo venidero, si algo sabemos es que nos moveremos más y más globalmente. Y lo haremos mucho las personas y todavía más las mercancías y los productos. Y por lo tanto, en un contexto de lucha contra el cambio climático y la contaminación, hará falta que la movilidad que generaremos sea limpia, verde, eficiente y sostenible en todos los sentidos. Para hacerlo posible habrá que seguir invirtiendo bien, con criterio, pero invertir en obra, servicios e implementación de tecnología.
Hoy disponemos de un no-modelo de gestión y tarifación de las carreteras: vías gratuitas, peajes a cargo del usuario, peaje a la sombra. Desequilibrios, ineficiencias, agravios territoriales y un uso inadecuado de la red.
En la agenda modernizadora de la movilidad tenemos unas necesidades claras: reducir la contaminación, luchar contra el cambio climático, generar incentivos hacia una movilidad más limpia en el transporte de mercancías y de personas, digitalizar las infraestructuras, eliminar embudos, mejorar la seguridad vial de nuestras carreteras, reducir la congestión y las externalidades ambientales que producen ineficiencias económicas y sobre la salud pública, mejorar nuestra conexión local y global para ser más eficientes y al mismo tiempo más limpios. ¿Pero con qué recursos podremos afrontar todas estas necesidades y retos para una movilidad más inteligente, segura, eficiente y sostenible? El Govern de Catalunya, lejos de lamentarse, ha hecho una propuesta que permitiría dar respuesta a estos retos de forma fácil, sencilla y con un coste muy moderado para los usuarios de la carretera. Con la implementación de una tarifa de uso para la red viaria de altas prestaciones catalana por una duración determinada se podrían resolver los problemas descritos. Podríamos levantar las actuales barreras de peajes, disponer de un sistema de financiación trazable y transparente, bajo los principios de “quien usa paga” y “quien contamina paga”. Y también hacer contribuir y ser partícipes a todos los que pasan para nuestro país y utilizan nuestras infraestructuras en la financiación de nuestra red, su mantenimiento y la transición hacia una movilidad limpia.
Gracias a los recursos de una viñeta sería posible mantener, modernizar y mejorar el sistema actual con un plan de ejes viales de hasta 2.500 millones de euros de inversión en 10 años que se podría poner en marcha de forma inmediata, desconsolidar parte de la deuda y el déficit público catalán así como liberar de los presupuestos públicos bonificaciones en peajes explícitos, compensaciones en reversión y peajes a la sombra que actualmente van a cargo de los contribuyentes, sin hacer distinción entre los que son usuarios y los que no lo son. Con estos recursos públicos ya liberados podríamos destinar cada año 300 millones de euros para mejorar al transporte público, disponer de medios para la mejora de caminos y crear un fondo de hasta 1.200 millones de euros por los próximos 10 años para la ambientalización de flotas y para hacer una verdadera transición a una movilidad limpia.
Es posible implementar este modelo sólo en Catalunya o en todo el Estado español como aplicará Alemania o ya aplica Austria. ¿Nos lo seguiremos mirando sin hacer nada o estamos dispuestos a construir un futuro con una movilidad limpia, sostenible económicamente inteligente, eficiente, competitiva y de calidad?
Con una viñeta sería posible un plan de ejes viales de 2.500 millones de inversión