El ‘padrone’ es Simon Yates
Soberbio ataque del líder, que aumenta su renta antes de la contrarreloj
Tercera victoria de etapa de un Simon Yates en plena forma, dispuesto a aumentar su renta antes de la contrarreloj de mañana, el test más complicado que le queda en la última semana del Giro 2018. Yates protagonizó ayer una auténtica exhibición de fuerza, de decisión y de táctica. Un doble ataque a una veintena de kilómetros del final de una jornada de subidas y bajadas, en un tramo final de puertos de segunda sin descanso, le permitió librarse de todos sus adversarios y marcar nuevas distancias. Lo había avisado el mismo Yates el sábado en el Zoncolan: “Ojo con la próxima etapa, podría haber más diferencias”. Y así fue.
En un día de lluvia y frío, con la acumulación del desgaste, ni Froome (perdió un minuto y medio) ni Dumoulin (rozó la derrota a pesar de la recuperación final) rindieron al nivel que cabía esperar. Y no hablemos ya del desahuciado Aru, que quedó descolgado muy pronto y se presentó en la línea de meta de Sappada a las quinientas: a casi veinte minutos del vencedor del día.
“Ha sido una cuestión de instinto”, decía Yates. Todo saltó por los aires en los últimos 20 kilómetros. Froome, que ayer cumplía 33 años, se vio con dificultades y el resto de favoritos no perdonaron y lo dejaron atrás. Pero a Yates no le bastaba y probó las fuerzas de sus adversarios. Un primer cambio de ritmo, un segundo golpe seco y todos cortados. En la ascensión al alto de segunda de Costalissoio (sólo 3,7 km), Yates le sacó ¡un minuto a Froome!
Un primer grupo con Pinot, Dumoulin, Pozzovivo, López y Carapaz trató de plantar cara al líder, pero manteniéndose regularmente entre los 30 y los 40 segundos de retraso. Era el maglia rosa a solas contra los cinco. Pero mientras Yates iba a por todas, por detrás no se acababan de entender. Dumoulin sufría, Pinot y Pozzovivo hacían lo que podían y Carapaz y Miguel Ángel López se marcaban mutuamente, porque son los dos aspirantes al maillot blanco de mejor joven y llevan su guerra particular.
En las últimas rampas hacia la meta el neerlandés sufrió para mantener el ritmo de caza de sus compañeros, pero ya en la parte final se recuperó y aún pudo arañar la bonificación del tercer puesto. Aun así, en la general ha caído ya a más de dos minutos de Yates: a 2m11s para ser exactos. Hoy toca descanso y mañana la contrarreloj de Trento a Rovereto: 34,2 kilómetros sin grandes dificultades. ¿Cuándo tiempo podrá recuperar Dumoulin?
“Tengo una buena renta, pero todo puede esfumarse en 35 kilómetros”, avisa Yates, líder del Giro por noveno día consecutivo. En la cronometrada de Jerusalén, única referencia de esta carrera, sobre 9,7km., Dumoulin fue el mejor y le sacó 20 segundos. Pero es innegable que días atrás Yates habría firmado llegar a este punto determinante del Giro con un par de minutos de margen. “Es mi terreno”, explica Dumoulin, “pero tal como está Yates seguro que también hará una buena contrarreloj”.
Hay que tener en cuenta que posteriormente habrá montaña a porrillo y especialmente tres etapas muy complicadas, del jueves al sábado, con nombres de los que asustan, como el Colle delle Finestre, la Cima Coppi, con su tramo sterrato, sin asfaltar.