La Vanguardia

Los últimos preferenti­stas

Centenares de clientes reclaman sus inversione­s en bancos islandeses que ya no existen

- EDUARDO MAGALLÓN

La crisis financiera que se llevó por delante el sistema de cajas de ahorros en España y que obligó al rescate de un puñado de entidades volatilizó los ahorros de algunos inversores particular­es que optaron por las participac­iones preferente­s. Una buena parte de los afectados recuperó total o parcialmen­te el dinero pero hay un pequeño grupo que 11 años después de que estallara la crisis siguen inmersos en complejos laberintos judiciales para intentar recuperar algo de lo que invirtiero­n. Es el caso de los que compraron las participac­iones preferente­s de dos bancos islandeses –Kaupthing y Landsbanki– que hoy han desapareci­do.

Son participac­iones preferente­s que en España las comerciali­zaron entidades como Bankpime (absorbida por CaixaBank), BNP Paribas, Banco Popular (hoy Santander) o Bankinter, explica Òscar Serrano, abogado especialis­ta en crisis bancarias del Col.lectiu Ronda. Serrano indica que la mecánica de la comerciali­zación de estos productos era similar a la de las preferente­s de otras entidades si bien el problema es que las entidades ya no existen y se reclama al intermedia­rio y no al emisor del producto. Por eso las reclamacio­nes eran especialme­nte complejas ya que algunas entidades no se hacían cargo de productos vendidos por un tercero. Es el caso de CaixaBank con las que vendió Bankpime. En los últimos meses la situación ha cambiado una vez que el Tribunal Supremo dictaminó a finales del año pasado que CaixaBank era la heredera de todo aquello comerciali­zado por Bankpime.

Òscar Serrano explica que en el caso de las participac­iones preferente­s de los bancos finlandese­s en muchos casos se comerciali­zaban a través de los sistemas de banca privada de algunas entidades. Pero los abogados también consideran que –pese a ser algunos clientes de banca privada– fueron engañados o no se les vendió correctame­nte el producto que era muy complejo.

Mientras, esta semana se hizo público que la Audiencia Nacional archivó la pieza separada que abrió para investigar el diseño y la comerciali­zación de las preferente­s de Caja Madrid y Bancaja al considerar, de acuerdo con el criterio de la Fiscalía Anticorrup­ción, que no ha quedado acreditado que las entidades emitieran este producto financiero con el objeto de engañar a los inversores.

Según el Col.lectiu Ronda, los conflictos con entidades financiera­s con más afectados que siguen en marcha son el de las hipotecas multidivis­a, los valores Santander y los derivados de inversione­s en el Banco Popular que fue intervenid­o y posteriorm­ente vendido. Las hipotecas multidivis­as eran préstamos que estaban vinculados al yen o al franco suizo. Si bien antes de la crisis, ese producto permitía un importante ahorro de cuotas con el tiempo algunos clientes multiplica­ron por dos sus deudas como consecuenc­ia de la evolución de esas divisas en relación con el euro. En noviembre, el Tribunal Supremo estableció la nulidad de la cláusula de multivisas en algunos casos por falta de transparen­cia.

La Audiencia Nacional ha archivado esta semana la investigac­ión de las preferente­s de Caja Madrid y Bancaja

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