Pyongyang muestra sorpresa e insiste en el diálogo
Corea del Norte se mostró sorprendida por la decisión de cancelar la cumbre e insistió en un comunicado que el país sigue dispuesto a reunirse con EE.UU. en cualquier momento: “Nuestro objetivo y voluntad es hacer todo por la paz y la estabilidad en la península”. En este sentido, Corea del Norte destruyó ayer totalmente su centro de pruebas nucleares, situado en Punggye-ri, unas instalaciones rodeadas de escarpadas montañas de 2.000 m de altura, en el nordeste del país. La voladura de las instalaciones, ante periodistas llegados de China, Corea del Sur, EE.UU., Reino Unido y Rusia, duró algo más de cinco horas. Durante este tiempo, el régimen norcoreano dinamitó varios túneles y destruyó los cuarteles, las torres de observación y otras instalaciones de la base, según la agencia surcoreana Yonhap. “Hubo una explosión enorme (...) El polvo nos caía encima y nos llegó una ola de calor. El ruido era muy fuerte”, explicó Tom Cheshire, de Sky News. Las autoridades norcoreanas precisaron que con esta demolición pretenden demostrar sus esfuerzos para garantizar la paz y la estabilidad en la región. Por su parte, Corea del Sur expresó su esperanza de que “esta medida sirva para avanzar hacia la desnuclearización completa”, aunque los especialistas se mantienen divididos acerca de si realmente Pyongyang ha destruido completamente la base o se puede reconstruir rápidamente.