Cólera ‘chaebol’
Cho Yang Ho no da abasto. El presidente de la mayor compañía aérea de Corea del Sur, Korean Air, y del grupo Hanjin, uno de los conglomerados industriales más importantes del país, se pasa día sí y día también disculpándose por el comportamiento agresivo de su mujer y de sus dos hijas hacia los empleados. Cuando no es una, es otra y vuelta a empezar. Las tres están siendo investigadas actualmente por las autoridades surcoreanas, una situación que despierta gran expectación en el país, ya que pone de relieve el arrogante comportamiento de los más ricos hacia el resto de la población, así como el enorme poder que detentan los conglomerados familiares o chaebol en este país asiático.
El tiempo y las denuncias han revelado que lo que en diciembre del 2014 parecía un caprichoso estallido de ira de la hija mayor del presidente de Korean Air, Cho Hyun Ah, ha resultado ser un comportamiento habitual de las féminas de la familia Cho. En aquella ocasión, esta mujer de 44 años ordenó suspender el despegue de un avión del aeropuerto de Nueva York con destino a Seúl y hacerlo regresar a la puerta de embarque para expulsar al sobrecargo y a una azafata. Exigió que salieran de la aeronave por no seguir el manual de servicio para pasajeros de primera clase. Le indignó que la azafata le sirviera unas nueces de macadamia en un paquete sin abrir, en lugar de hacerlo en un bol. Un ataque de mal genio que le costó cinco meses de cárcel, aunque estaba condenada a dos años. Una acción que llevó a su padre a pedir disculpas públicamente por “las acciones tontas de mi hija”.
Ahora, Cho Hyun Ah vuelve a estar en la picota. Ayer fue interrogada por oficiales de inmigración, por estar acusada de haber contratado ilegalmente a como mínimo unas veinte empleadas de hogar filipinas durante la última década, proporcionándoles ilegalmente un visado de aprendizaje. Las autoridades creen que las limpiadoras fueron contratadas por Korean Air, pero en realidad trabajaron como empleadas para Cho Hyun Ah y su madre, Lee Myung Hee, en sus casas de Seúl. “Lamento causar problemas”, dijo ayer la exvicepresidenta de la principal aerolínea surcoreana, agachando la cabeza a modo de disculpa, según la agencia Yonhap.
Heater, como se la conoce por su nombre en inglés, no es, sin embargo, la única investigada de la familia. Su madre, Lee Myung Hee, de 69 años, debe comparecer el lunes ante la policía para responder sobre el supuesto maltrato a trabajadores del grupo y otras personas. La esposa de Cho Yang Ho habría empujado a unos obreros que trabajaban en la construcción de un hotel en Incheón, al oeste de Seúl, en el 2014, y tirado los documentos a otra persona.
Al parecer estos trabajadores no serían las únicas víctimas de la ira de Lee. Tras divulgarse el vídeo con esas imágenes, aparecieron más víctimas de su conducta abusiva. Más de diez, según la policía, entre las que se encontrarían otros empleados del grupo Hanjin, un chófer y una empleada de hogar, según la agencia Yonhap.
A su vez, la hija menor del presidente de Korean Air, Cho Hyun Min, también le saca los colores a su padre. En abril, en un ataque de cólera lanzó un vaso de cristal a un publicista y zumo a varios asistentes a una reunión después de que nadie supiera responder con éxito a sus preguntas, una acción que le llevó a ser interrogada por la policía a principios de mes.
Estos sucesos han llevado a Cho Yang Ho a volver a disculparse públicamente. “Como presidente de Korean Air, además de padre, me siento mal por las acciones inmaduras de mis hijas”, ha señalado recientemente este empresario. Unas excusas que seguramente no serán las últimas, ya que los funcionarios de aduanas de Corea del Sur también están investigando las denuncias acerca de que la familia Cho habría utilizado los vuelos de Korean Air para realizar contrabando de bienes de lujo y evitar así los aranceles de importación.
La esposa y las hijas del presidente de Korean Air, acusadas de agredir a los empleados
La hija mayor hizo abortar un despegue para expulsar a una azafata por no servir sus nueces en un bol