Rajoy defiende al PP aunque admite que el veredicto les hace mucho daño
El partido se distancia de los condenados y aduce que desconocía los hechos
No por esperada fue menos dolorosa. La dirección del PP sabía que tenía muchas posibilidades de que los jueces de la Audiencia Nacional que ayer hicieron pública la sentencia sobre el caso Gürtel le hicieran responsable de los hechos. Y así fue.
La formación tenía preparada su defensa: “El partido no sabía nada”, argumentó, tratando de desmarcarse de los hechos y de los condenados, diciendo poco menos que el Partido Popular pasaba por allí y que los implicados eran militantes, pero que ya no lo son, y que actuaron personalmente y en beneficio propio, no del partido. Como había dicho por la mañana, antes de conocerse la sentencia, Mariano Rajoy en la cadena Cope, “el PP es mucho más que diez o quince casos aislados”. Aunque también reconoció que sentencias como esta “nos hace mucho daño”.
Fue todo un esfuerzo inútil, sobre todo, porque, tras la aprobación por el Congreso de los presupuestos, ha empezado definitivamente la batalla para el nuevo ciclo electoral, y las reacciones fueron más allá de lo que para la dirección popular era previsible, hasta el punto de “exagerar”. De ello acusó Rafael Hernando a Albert Rivera.
El PP trató en vano de explicar que en este caso el partido no ha sido “ni imputado ni procesado”, subraya el comunicado que hizo público. Que se le declara responsable como “partícipe a título lucrativo” y que esto, se hartó de explicar tanto en el comunicado como en declaraciones sucesivas de su dirigentes, se aplica a quienes, sin conocer que se estaban cometiendo los hechos, se beneficiaron de ellos. Y a eso se acoge. “El Partido Popular en ningún caso conocía los hechos”. Y los hechos juzgados son del 2003, cuando Rajoy no era aún el presidente.
Pero fue como si clamara en el desierto. El hecho es que el PP es condenado, aunque sea a pagar 245.000 euros, y la sentencia, que va a recurrir amparándose en el voto particular que pedía su absolución , se acumula a otros hechos, el último, la detención del exministro y exlíder del PP valenciano Eduardo Zaplana. Además queda acreditado que, si hubo desconocimiento, hubo también descontrol, y alguien permitió que pasaran esas cosas, que hubiera una caja B, que se instaurara una determinada forma de actuar.
La intervención del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que puso en entredicho al Gobierno, al que se refirió como un condenado más, provocó que el Ejecutivo tuviera que defenderse también.
“Los hechos a los que hace referencia no afectan en modo alguno a este Ejecutivo, que ha aprobado en los últimos años el mayor paquete de reformas para luchar contra la corrupción”, dijeron inmediatamente en fuentes de la Moncloa.
El Gobierno, por supuesto, proclamó su respeto por la sentencia, pero recordó que no es firme y que “nadie en la dirección del PP, ni de la actual ni de las anteriores, conoció o menos aún amparó ninguna práctica irregular” y que sanción civil, “no penal”, remarca también,
Los populares acusan a Rivera de “hiperactuar” y le afean que ponga en riesgo la estabilidad “por unos votos”
como el comunicado del partido, “implica expresamente el desconocimiento de los hechos y por lo tanto la ausencia absoluta de responsabilidad penal”.
Tal fue la forma en que salió a atacar Cs al PP –la reacción del PSOE y de Podemos ya la daba por descontada–, que, tras el comunicado del partido, el pronunciamiento del Gobierno y las declaraciones del coordinador general de la formación, Fernando MartínezMaillo, también tuvo que salir a la palestra el portavoz del grupo popular en el Congreso, Rafael Hernando, para que Rivera no quedara sin respuesta. “Entiendo que el señor Rivera pretenda hiperactuar”, dijo, a la vez que acusó al líder de Ciudadanos de mentir al decir que el Gobierno ha sido condenado, “porque si va así por la vida, perderá a chorros su credibilidad”. Martínez-Maillo también acusó a Rivera de poner en riesgo la estabilidad de España “por unos votos”.