En modo alguno
De todos los eufemismos y subterfugios usados para escaparse por la puerta trasera, lo que me ha parecido más pornográfico han sido las palabras de Rajoy en la COPE. “El Gobierno asegura que no le afecta ‘en modo alguno’ la sentencia”, titulaba La Vanguardia ,y ese “en modo alguno” estallaba como un sonoro bofetón en la cara de la gente.
¡En modo alguno! Es decir, al PP no le afecta “en modo alguno” que su tesorero durante décadas, sus lugartenientes, diputados, ministros, nombres propios de todo tipo y aliados hayan sido sentenciados a décadas de cárcel y millones de euros, en una sentencia demoledora que condena al propio PP a título lucrativo. Tampoco le afecta “en modo alguno” que la sentencia haya probado la existencia de abultadas cuentas suizas alimentadas con las mordidas derivadas de las acciones ilícitas de militantes y cargos. Ni le afecta, “en modo alguno”, la gravedad de la lista de delitos cometidos: asociación ilícita, fraude a la administración pública, prevaricación, blanqueo de capitales, delitos contra la hacienda pública, tráfico de influencias, apropiación indebida, exacciones ilegales o estafa procesal.
Ese no afecta al PP “en modo alguno” de Rajoy estalla como un sonoro bofetón en la cara de la gente
Tampoco parece que le afecte, “en modo alguno”, que se haya confirmado la caja B del PP que, según la sentencia, consistía en “una estructura financiera y contable paralela a la oficial existente al menos desde el año 1989”, y por la cual Correa había percibido 8.400.000 euros por contratos públicos adjudicados a sus empresas, con el inevitable perjuicio a las entidades públicas.
Por continuar con tal feliz inocencia, Rajoy tampoco considera que le afecte, “en modo alguno”, que el tribunal haya acreditado la existencia de un auténtico sistema corrupto entre el grupo Correa –que “gozaba de un arbitrario trato de favor en la contratación pública”– y el PP, hasta el punto que, según sentencia, “se creó en paralelo un auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional a través de mecanismos de manipulación de la contratación pública central, autonómica y local”. Y tampoco le afectan “en modo alguno” los sobornos a autoridades, adjudicaciones amañadas y abuso de poder que recogen los 1.700 folios de la sentencia. Es decir, y por rematar, al PP no le afecta, “en modo alguno”, que 37 procesados y considerados artífices de una trama corrupta vinculada al partido hayan sido condenados por la Audiencia Nacional a 351 años de cárcel, y todo ello referido solamente a la primera etapa de la trama corrupta. Lo cual da una idea de lo que puede ocurrir cuando se sentencie la segunda parte... Pero no les afecta “en modo alguno”.
Lo peor no es el cinismo, o la falta de sentido ético, o la impunidad de quienes se envuelven y se solidifican con el poder. Lo peor es el desprecio profundo a la responsabilidad de lo público. Ese “en modo alguno” es un insulto a la ciudadanía y un escupitajo a la democracia. Pero ahí están, riéndose de todos nosotros.