Desvío de camiones a punto en la N-340
Fomento prueba una nueva señalización en Torredembarra, en uno de los puntos críticos, y la desviación se hará efectiva este verano
Luz al final del túnel para el reivindicado y largamente esperado desvío de camiones en la N-340, en los tramos sin autovía de Tarragona y las Terres de l’Ebre. El paso obligatorio y bonificado de todo el tráfico pesado por la AP-7, que debería de haber entrado en vigor en enero, se hará efectivo antes de que llegue la época más conflictiva del año, las vacaciones de verano. Aunque el Ministerio de Fomento, por cautela, sigue sin querer concretar la fecha, fuentes conocedoras de la tramitación administrativa explican que es “inminente” la aprobación por parte del Consejo de Ministros de las bonificaciones a los camiones y los turismos.
Tras casi medio año de espera, indignación y quejas, los conductores que sufren a diario la obsoleta N-340 se han topado con la aparición de una nueva señalización, provisional, en uno de los puntos más conflictivos de la futura desviación del tráfico pesado, junto a la rotonda de Torredembarra (Tarragonès). Fomento instaló hace una semana las señales, que serán retiradas, para poner a prueba posibles soluciones en la puesta en práctica del desvío de camiones, según confirmaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
La señalización definitiva, que ya se está preparando para poder ser instalada en los distintos tramos cuando el Gobierno apruebe la medida, tendrá en cuenta los resultados de esta fase de pruebas. Fomento está estudiando los flujos viarios para evitar que el desvío obligatorio provoque retenciones en puntos conflictivos por el elevado volumen de tráfico, como es el caso del tramo entre Altafulla y Torredembarra, donde acaba la autovía A-7.
Cuando el Gobierno del PP dé luz verde en las próximas semanas al desvío en el Consejo de Ministros, aprobando el real decreto ley, su entrada en vigor será cuestión de semanas. Territori i Sostenibilitat acusó en febrero a Fomento de haber dejado en un cajón la desviación del tráfico pesado, aprovechando la aplicación del 155. El Gobierno español ha justificado la lentitud del proceso a la complejidad de la tramitación, que ha necesitado un acuerdo previo con la concesionaria de la autopista AP-7 (Abertis).
“Si se aplica el 1 de julio ya nos daremos por satisfechos; es un sueño”, destaca Fèlix Alonso, alcalde de Altafulla y diputado en el Congreso. Los camiones se desviarán entre Peñíscola (Castellón) y l’Hospitalet de l’Infant (Baix Camp) y entre Altafulla (Tarragonès) y Vilafranca (Alt Penedès). Las bonificaciones para los vehículos pesados serán del 42,5% del peaje en trayectos largos y del 50% para recorridos locales. Los vecinos quedarán exentos de peaje siempre que realicen recorridos de entrada y salida en la AP-7 el mismo día. El dinero para sufragar el coste está incluido en los presupuestos estatales acabados de aprobar.
“Si se aplica este julio ya nos daremos por satisfechos”, destaca Fèlix Alonso, el alcalde de Altafulla