Gazprom esquiva la multa de Bruselas por monopolio
La gasística rusa se compromete a liberalizar el mercado del gas en el Este de Europa
El gigante ruso Gazprom evita la multa millonaria de Bruselas por prácticas monopolistas en el este de Europa. Después de una investigación que ha durado siete años, la Comisión Europea ha llegado a un acuerdo con la gasística, que se salva de la sanción económica a cambio de comprometerse a aplicar reformas que conviertan en competitivo un mercado en el que hasta ahora Gazprom imponía su ley. Un pacto que supondrá un respiro en las tensas relaciones entre la UE y Rusia; no hay que olvidar que es una empresa controlada por el Kremlin.
La Comisión Europea considera que Gazprom violó las reglas de la competencia con una estrategia diseñada para dividir el mercado del gas a lo largo de las fronteras de ocho países de la UE: Bulgaria, la República Checa, Hungría, Polonia, Eslovaquia y los tres bálticos, lo cual le permitió cargar precios más elevados. A pesar de ello, no impone ninguna sanción económica a Gazprom, a diferencia de lo que hizo con Google en junio del 2017, que recibió una sanción de 2.400 millones de euros. La comisaria de la Competencia, Margrethe Vestager, tuvo que justificarse de forma repetida, argumentado que el dictamen no tiene que ver con la nacionalidad de la compañía y que busca el beneficio del consumidor. Además, añadió que seguirán de cerca, bajo amenaza de sanciones, si Gazprom cumple: “El caso no se termina con la decisión de hoy, más bien es la aplicación de las obligaciones de Gazprom lo que empieza hoy”.
Son cuatro las condiciones que Gazprom tiene que aplicar. La primera es eliminar cualquier restricción en los contratos que impida la reventa del gas en otro país. Además, tendrá que facilitar que el gas llegue a mercados aislados por falta de interconectores, como sería el caso de los países bálticos y de Bulgaria. Una tercera medida se refiere a los precios, que tienen que ser equivalentes al de los mercados de Europa occidental, y finalmente se especifica que Gazprom no podrá aprovechar su posición dominante para obtener ventajas referidas al acceso o al control de las infraestructuras del gas.