Un buen plan de negocio atrae a los inversores
Grant Thornton y ESADE firman un pacto de colaboración por el que la firma internacional dará asesoramiento en el ámbito financiero y fiscal a sus emprendedores e inversores para enfocar, analizar y revisar los planes de negocio
La firma de servicios de auditoría, consultoría y asesoramiento fiscal, legal y financiero, Grant Thornton orientará a los emprendedores de ESADE Alumni, la red de antiguos alumnos de ESADE. Grant Thornton, presente en más de 130 países y con nueve oficinas en España, “prestará servicios de asesoramiento en el ámbito financiero y fiscal para apoyar sobre todo a emprendedores pero, también a los inversores”, afirma Ramón Galcerán, socio director de Asesoramiento Financiero de la firma. “Ponemos a disposición de emprendedores e inversores un asesoramiento personalizado para enfocar, analizar y revisar los planes de negocio”.
Y en este sentido, “nuestro objetivo, compartido con ESADE, es apoyar a los emprendedores para que sus proyectos lleguen en las mejores condiciones a la fase culminante, que es la de financiación”, explica Galcerán. Desde Grant Thornton se les ofrecerá apoyo técnico y cualificado a la hora de presentar sus planes de negocio, plantear sus estructuras y las fases de la operación. “Esperamos que los planes presenten mejores posibilidades de viabilidad y que los inversores perciban que los proyectos están mejor planteados y preparados”. Por este motivo, “ponemos profesionales de nuestra firma a disposición de los emprendedores, para revisar los planes, ofrecer recomendaciones o detectar puntos débiles”.
AMPLIAR LA INVERSIÓN PRIVADA
El acuerdo entre Grant Thornton y ESADE pretende ampliar aún más la inversión privada en este tipo de proyectos. La firma también estará presente en los foros y las conferencias organizadas por la red de antiguos alumnos de ESADE que tengan como objetivo identificar las mejores start-ups, así como en las iniciativas de ESADE BAN, la red de business angels de ESADE Alumni.
Wallapop, Kantox, Red Points, Singaturit, Visualnet o Wuaki TV han sido start-ups galardonadas como mejores empresas emergentes, en el marco del ESADE Alumni Start-Up Day. Además, los inversores de ESADE BAN han invertido más de 28 millones de euros en 172 start-ups en los últimos siete años.
Según Ramón Galcerán, los planes de negocio de las start-ups “son radicalmente diferentes” de los de las empresas más tradicionales. “Incluso en el mundo start-up hay diferentes grados de madurez, ya que no es lo mismo un proyecto que empieza de cero que otro que ya ha contrastado su modelo de negocio… Lo que sí tienen en común es que tienen poco soporte histórico que corrobore la bondad de las previsiones financieras. Un negocio tradicional tiene un histórico, mientras que una start-up no tiene este rodaje. Y esta es la principal incertidumbre de futuro a la que se enfrentan los inversores”, recuerda Galcerán.
MÉTRICAS DIFERENTES
Las start-ups, además, “son modelos escalables y replicables, y suelen tener un componente de disrupción", que puede ser por el tipo de canal usado, por los intermediarios que participan o por la tecnología que utilizan.
Por otra parte, los planes de negocio de las start-ups “empiezan a materializarse por conceptos o métricas diferentes. Porque ahora los inversores quieren entender la evolución del ingreso medio por usuario, la tasa de mortalidad de los usuarios, el coste de adquisición… Hay diferentes parámetros asociados al ecosistema start-up que tienen más protagonismo a la hora de hacer o analizar un plan de negocio”, explica el experto de Grant Thornton.
¿POR QUÉ FRACASAN?
Sobre los errores más frecuentes de los emprendedores, Galcerán recuerda que entre las start-ups existe una alta tasa de mortalidad. Lo que ha originado mucha literatura y manuales sobre los fracasos más sonados. “Una start-up puede fracasar porque el emprendedor no ha sabido crear equipo. Generar un proyecto de éxito desde un garaje es muy difícil y hay un ecosistema de apoyo al emprendedor más adecuado para aumentar sus posibilidades éxito”.
Otro error común es poner el foco en un nicho de mercado demasiado marginal, de modo que el proyecto no sea escalable. También hacer un mal análisis de la competencia, ser demasiado obstinado en el modelo de negocio y no tener capacidad de reaccionar, no tener claro el público al que nos queremos dirigir o tener mala estimación de la demanda. Las rondas de financiación también son claves para el futuro de una start-up, “si levanta poca financiación se muere por falta de recursos y si levanta demasiada, se gasta más de la cuenta y hay un descontrol del gasto. Quemar dinero mes a mes es otro de los motivos del fracaso”, afirma Galcerán.
En las rondas, establecer bien la valoración de la start-up es crucial. “Es más fruto del consenso entre el emprendedor y el inversor que un cálculo técnico. Si hago una ronda en la que quiero ser muy agresivo y exijo un valor muy alto de entrada, puedo tener éxito, pero esa valoración nos pondrá una barrera muy alta en la siguiente ronda”. Por esto, a los emprendedores, “les damos una orientación sobre qué rango de valores pueden ser los mejores para una primera ronda”.
LAS CLAVES DEL ÉXITO
Para el experto de Grant Thornton, para que una start-up tenga éxito, “debe ser un proyecto viable, que exista mercado, conocer cuáles serán nuestros clientes, sus necesidades y cómo las atiendo, y en este sentido van muy bien las herramientas de marketing digital y los nuevos canales de comunicación”.
Otras claves son tener ventaja competitiva y, sobre todo, conocer bien a la competencia. “Tener ideas nuevas y novedosas es complicado, sobre todo en un mercado global. Es importante hacer un buen análisis de los competidores”, recuerda Galcerán, para quien también es fundamental para lograr el éxito “tener un equipo potente, motivado y muy comprometido”.