Lorenzo Fontana
MINISTRO DE FAMILIA ITALIANO
El ministro Fontana hizo ayer honor a su fama del más ultraconservador del nuevo Gobierno italiano. Dijo que las familias de homosexuales no existen y que su política iba a ser intentar disuadir a las mujeres que quieran abortar.
Ni en la Fiesta de la República, el día nacional de Italia, el nuevo Gobierno italiano podía estrenarse sin polémica. En lo que prometía ser el primer día tranquilo después de unas semanas frenéticas, cuando los italianos festejan su patriotismo con un desfile militar en Roma, unas declaraciones del nuevo ministro de Familia y Discapacitados, el ultraderechista Lorenzo Fontana, despertaron la tormenta.
La obsesión del nuevo ministro, de 38 años, será favorecer la natalidad (en un país con una de las tasas más bajas de Europa) y para ello intervendrá con métodos para “intentar disuadir a las mujeres de abortar”. “Soy católico, no lo escondo. Y por este motivo digo también que la familia es aquella natural, donde un niño debe tener una mamá y un papá”, dijo Fontana en su primera entrevista con el Corriere della Sera.
Preguntado por cómo iba a actuar con las familias formadas por una pareja homosexual o por un solo progenitor, indignó al asegurar que “por ley no existen”. El líder de la Liga y vicepresidente, Matteo Salvini, se apresuró a decir que las ideas de Fontana no figuran en el programa acordado con el Movimiento 5 Estrellas (M5E), como tampoco la restricción del aborto, pero eso no bastó para evitar que saltasen las alarmas en los grupos de defensa de los derechos LGTB.
“¿Cómo puede un ministro de la República afirmar que nosotros y nuestros hijos no existimos cuando estamos perfectamente integrados en la sociedad?” preguntó la presidenta de la asociación Familias Arco Iris, Marilena Grassadonia, que con su mujer es madre de tres niños. “Sólo Mussolini en este país había intentado negar nuestro derecho a existir”, protestó. También la anterior ministra, Monica Cirinnà, le respondió que “la pluralidad de los modelos familiares no está sólo reconocida por la ley Cirinnà (que reguló las uniones civiles homosexuales en el 2016), sino también consolidada por la jurisprudencia europea y el Tribunal Supremo”.
Fontana y el resto de ministros acudieron ayer al desfile para conmemorar el 72 aniversario de la República Italiana, donde el presidente, Sergio Mattarella, aprovechó para mandar un recado al Gobierno de Giuseppe Conte. “Los valores de la libertad y justicia y el respeto de los derechos son fundamentales en la sociedad y pilares sobre los que se apoya la constitución de Europa”, avisó el jefe del Estado.
Los verdaderos líderes políticos del Ejecutivo, Luigi di Maio y Salvini,
NUEVO MINISTRO DEL INTERIOR “Preparaos para hacer las maletas”, ha dicho Matteo Salvini a los inmigrantes
utilizaron las festividades para indicar lo primero que harán pasada la investidura. Di Maio, ministro de Desarrollo Económico y Trabajo, se centrará en reformar la polémica ley de pensiones aprobada bajo la batuta de Mario Monti. Mientras, Salvini, ministro del Interior, empezará por viajar hoy a Sicilia para abordar la situación de los migrantes que llegan en situación irregular. El liguista ha prometido repatriar a 500.000 personas y su primera medida será acabar con la partida de 5.000 millones de euros para su acogida. “Preparaos para hacer las maletas”, declaró ayer.
Mientras, el ex primer ministro Silvio Berlusconi terminó con su silencio para anunciar que Forza Italia votará en contra del nuevo Ejecutivo en la moción de confianza que se celebrará esta semana en las Cámaras. “Italia necesita de otra cosa, como en 1994 (el año de su primer gobierno), nos debemos movilizar y dar voz a una Italia que no puede identificarse con este Gobierno ni con la izquierda”, apuntó. No les hace falta su voto: la Liga y el M5E ya suman. Cuentan también con la sorprendente abstención de Hermanos de Italia, otro partido de ultraderecha, con unos valiosos 16 senadores. El siempre vitalista Berlusconi, con un mensaje grabado con una bandera italiana de fondo, pareció más envejecido que nunca comparado con las selfies de los nuevos jóvenes líderes populistas italianos. Su propuesta no tiene por ahora una oposición firme, con Forza Italia que parece de otra era y el Partido Demócrata perdido entre batallas internas a falta de escoger su nuevo capitán.
El verdadero escollo de Conte serán la fragilidad de su alianza y la cantidad de promesas irrealizables de las que llevan meses alardeando sin que haya cobertura económica.
“Es la política moderna –explicaba el director de La Repubblica, Mario Calabresi–, hecha de intereses individuales y del abandono de las esperanzas colectivas. Disfrutarán de su luna de miel, pero el amasijo de la inexperiencia, arrogancia e improvisación no tardará en emerger”. Y un consejo: “Abróchense los cinturones”.