Nadal avanza en París
“Me gustaría volver a votar”, dice Nadal tras arrasar camino de octavos
El tenista de Manacor Rafa Nadal superó ayer sin problemas al galo Richard Gasquet con la vista puesta en su décimo Roland Garros, la misma senda que recorrió Garbiñe Muguruza, que batió a la australiana Samantha Stosur con un contun dente 6-0, 6-2.
Rafael Nadal y Garbiñe Muguruza fueron implacables ayer con sus rivales. Ambos demostraron una superioridad aplastante y pasaron muy cómodamente a octavos de final. El balear derrotó al francés Richard Gasquet por 6-3, 6-2 y 6-2. De nada le sirvió a este llevar la bandera tricolor en la manga y recibir el apoyo de la grada durante todo el partido. Muguruza, a su vez, se deshizo de la australiana Samantha Stosur por 6-0 y 6-2, en sólo una hora y dos minutos.
El número uno del mundo salió a la pista con hambre de victoria rápida. Se puso enseguida 5-0, pero entonces sufrió un bajón. El francés, que encadenó varios aces, pudo anotarse tres juegos seguidos. Pero la resurrección de Gasquet fue breve. La segunda manga volvió a ser casi un paseo para el de Manacor. En el tercer set, el público no desesperó. Cuando el resultado estaba 4-1 para Nadal, la grada hizo la ola. Querían que el duelo durara más, que Gasquet tuviera todavía una oportunidad. Pero Nadal no estaba por alargar el espectáculo. Contestó a la ola ganando el juego en blanco. El francés dio un último destello. Se adjudicó otro juego para evitar la sensación de humillación y Nadal remató la faena. Con el chándal ya puesto, y a punto de ir al vestuario, el mallorquín se prestó a pelotear un poco con un muchacho recogepelotas, entre los aplausos de una grada, ahora sí, rendida ante el campeón.
Fue la décimo sexta vez que Gasquet se enfrentaba a Nadal y perdía. Ambos se conocen desde niños. De todos los partidos, el francés sólo logró arrebatarle un set en el 2005, en Montecarlo. Gasquet reconoció que las bolas cruzadas que lanza Nadal son terroríficas y que nunca encuentra a un jugador zurdo de suficiente calidad con el que pueda entrenar para prepararse ante el desafío.
De la comparecencia de Nadal ante los periodistas lo más interesante fue lo extradeportivo. Dijo que no sigue la moda de hacer yoga para relajarse –él prefiere bucear u otras actividades–, pero no descarta recurrir a ello en el futuro si pudiera serle útil. Y al ser preguntado por el momento político español, no se cortó. Admitió que no se siente cómodo con lo que ha pasado, sin entrar en demasiados detalles, y que lo mejor sería volver a las urnas.
Muguruza fue en la pista aún más resolutiva que Nadal. Stosur no la inquietó en absoluto. La española –residente en Suiza– estaba muy satisfecha de su rendimiento. “He sabido controlar el partido desde la primera bola”, presumió. “Sí, soy agresiva y asumo mucho riesgo”, recalcó. La campeona de Roland Garros en el 2016 parece haber puesto ya el piloto automático hacia la final. “Mi cuerpo está reaccionado bien”, dijo, optimista.