PÁGINA 78 LA MUSA MESSI
Un escritor (Jordi Puntí) y un analista técnico (Àlex Delmàs) publican libros sobre la figura de Leo Messi, inspiración literaria y máximo exponente del fútbol
Jordi Puntí y Àlex Delmàs publican sendos títulos sobre la vida de Messi.
Ha de ser a la fuerza extraordinario un personaje que inocula en un escritor una perentoria necesidad de escudriñar en su biografía, sintetizar sus contornos y escribir. Escribir con precisión y elegancia desde una perspectiva de indisimulada admiración. Jordi Puntí ha profundizado en sus sentimientos para llevar a Leo Messi a la esfera literaria en Todo Messi. Ejercicios de estilo (Crónicas Anagrama). La obra coincide en el tiempo con un tratado de ciencia futbolística sobre las cualidades y la evolución del juego del astro argentino. Para confeccionar Messi táctico (Librofútbol), que será publicado en julio en España, el analista Àlex Delmàs prescinde de las emociones para fijarse en los movimientos, las posiciones, las estadísticas, las zonas de calor, los entornos cambiantes que han configurado la leyenda de Messi en el terreno de juego... Literatura y táctica, inspiración y realidad. Diferentes perspectivas para descifrar el mayor fenómeno del fútbol contemporáneo.
“Decidí escribir el libro para intentar prolongar la felicidad que nos da Messi”, explica Puntí en conversación con La Vanguardia. “A través de la aproximación sentimental y juguetona intento fijar todo aquello que nos ha regalado, para celebrarlo desde el privilegio y porque en el futuro –cuando él ya no juegue– podamos recordarlo con toda la intensidad”, agrega. La fascinación del escritor por el futbolista argentino es tal que incluso identifica dignidad en una de las facetas en que Leo presenta estadísticas humanas: “Messi falla penaltis porque marcarlos es demasiado fácil. Ya está, ya lo he dicho. No es difícil intuir que la defensa de un gran reto, la indefensión del portero allí enfrente, e incluso la rutina que significa hacer un gol de penalti le van en contra”.
Desfilan por el libro a paso ligero personajes, momentos, partidos, anécdotas, vivencias, futbolistas, directivos... desde la llegada del menudo Lionel a la Masia hasta las perspectivas del ídolo en el Mundial de Rusia. “A estas alturas es probable que la servilleta más famosa del mundo sea la que facilitó el primer contrato de Leo Messi y lo unió para siempre –toquemos madera– a la historia del FC Barcelona”, concluye el autor, que recurre tanto a la prosa como a la estadística cuando llega el enfrentamiento personal: “Messi y Cristiano. El 10 y el 7. Pronuncias los dos nombres juntos y automáticamente sale alguien que recuerda a Mozart y Salieri. El agente 007 contra el Doctor No. La Coca-Cola y la Pepsi. Los Beatles y los Rolling Stones. Hay muchas maneras de definir la rivalidad de estos dos jugadores excepcionales, pero empecemos tal vez por la parte de los números (...)”.
A base de tiempo y de una constante transmisión de emociones, Leo se ha convertido casi en un miembro de la familia Puntí, tan íntimo como universal: “El Messi que yo conozco, el que conocemos prácticamente todos, es un Messi real que, sin querer, también se ha ido convirtiendo en una ficción poderosa. Es un Messi sentimental, emocional. Hemos sufrido con él cuando se lesionaba y le hemos abrazado mentalmente cada vez que marcaba un gol y levantaba un copa. Con nosotros lo acompaña, además, una paradoja: cuando más planetario es su eco, cuanto más global es el fenómeno, más cerca te sientes de él y más humano te parece”.
La experiencia de Àlex Delmàs (exjugador de Sabadell, Premià y Europa) es diferente. Este analista recibió el encargo de un editor argentino para descifrar los registros tácticos de Messi desde su aparición en el filial del Barça hasta la actualidad. El resultado es una aproximación inédita y científica al fenómeno de Rosario apoyada en diagramas, flechas y fotografías de los partidos. Además, Messi táctico incorpora como novedad códigos QR que permiten ver en los dispositivos electrónicos las jugadas que describe el autor como paradigmáticas de las cualidades y la evolución del futbolista.
“Todo el mundo ha ido teniendo una fijación con Messi a medida que se ido haciendo grande como jugador”, indica Delmàs. “En mi caso –prosigue– es anterior. En el 2004 me dieron un premio como mejor jugador de la Tercera División y a él le concedieron el galardón al jugador con más futuro. Tuve la oportunidad de hablar
ÀLEX DELMÀS Es el jugador de calle más perfecto. Regatea, pasa y define sin necesidad de hacer filigranas. Es principio y final del juego a la vez”
con él unos minutos. Entonces estaba empezando. Descubrí en primera persona su carácter tímido. A partir de entonces me fijé mucho en él. Es como si desde aquel día hubiera construido un vínculo futbolístico con él”.
En aquella entrega de premios arrancaron dos trayectorias paralelas que ahora confluyen en las páginas de un libro. Concluye Delmàs, a grandes rasgos, que el sistema solar del Barcelona gravita alrededor de Messi: “Todos los entrenadores han construido un entorno para él. A veces este escenario táctico lo ha favorecido más y otras, menos”.
Jordi Puntí habla de la disparidad de impresiones que puede producir un mismo estímulo. “Cada uno ve un partido diferente –dice–, todos somos entrenadores, y es en esencia imposible que un jugador de ajedrez profesional y un poeta vean el mismo partido”. Pero, curiosamente, cuando pedimos una breve descripción de Messi al escritor y al analista táctico se produce una extraña simbiosis. Como una confusión de papeles. Jordi Puntí sintetiza mejor: “Leo Messi es el futbolista del siglo XXI: ligero, rápido, exacto, múltiple y visible en todas partes”. Àlex Delmàs se extiende, con insinuaciones poéticas: “Si el fútbol tuviera que escoger a alguien para definirse, elegiría a Messi. Es el jugador de calle más perfecto que ha existido en la historia de este deporte. Regatea, pasa y define sin necesidad de hacer filigranas. Leo Messi es el principio y el final del juego a la vez”.
A los demás no nos queda más que disfrutarlo en cada una de sus actuaciones. “Ahora mismo no se me ocurre ninguna alternativa mejor para prolongar la felicidad, y olvidarnos así del día en que Messi tenga la gracia de hacer el mutis final, salir de escena y volverse definitivamente inmortal”, sugiere Puntí.