La hora de hacer política
MEDIA hora después de que Pedro Sánchez prometiera el cargo de presidente del Gobierno español, los consellers del nuevo Govern de la Generalitat tomaban posesión de sus carteras en una ceremonia cargada de simbolismo y homenaje a los políticos presos o huidos. Un doble acto con fuerte contenido político en un escenario que ha cambiado radicalmente en España en apenas tres días. El nuevo Govern asume sus cargos ya sin el lastre de la aplicación del artículo 155, que oficialmente se levantó ayer tras el nombramiento de los consellers en el DOGC. En 24 horas ha caído Rajoy y ha decaído el 155.
Catalunya ya tiene gobierno sin la espada de Damocles del 155 y el nuevo Govern tiene ante sí una tarea ingente que debería estar guiada por la divisa de hacer política y gobernar. La confrontación nos ha llevado a una situación durísima como país de la que hay que salir cuanto antes y ello debe hacerse mediante la política. En este sentido, el nuevo escenario, tanto en Barcelona como en Madrid, es diametralmente distinto al de hace unos días y puede ayudar a mejorar la relación. Pedro Sánchez prometió en el Congreso diálogo y distensión con los independentistas catalanes y tendió puentes a ERC y al PDECat, anunciando su disposición a reunirse con el presidente de la Generalitat. Ayer Quim Torra dijo asumir el compromiso de avanzar hacia un Estado independiente en forma de república, pero instó también al diálogo: “Presidente Sánchez, hablemos. Tomemos riesgos. Negociemos de gobierno a gobierno”.
La mejora de la relación institucional entre Catalunya y España sería un buen indicativo de ese deseo de ambas partes de buscar vías políticas para solucionar el conflicto pese a la distancia que las separa. Sin duda, alguna posible medida del futuro gobierno español sobre los políticos encarcelados tendría en este sentido una lectura positiva.
Pero, más allá de ese deseado acercamiento, la semana próxima comenzará la andadura del nuevo Govern. Han pasado más de siete meses desde la aplicación del 155. Es un tiempo que hay que recuperar. Catalunya necesita un autogobierno que la ayude a salir de este largo y doloroso impasse y trabaje para buscar soluciones y respuestas a los problemas de toda la ciudadanía y para mejorar la sociedad catalana. A ello se comprometió ayer el president Torra: “Pongámonos a trabajar”, dijo.
Indudablemente para que el Govern pueda actuar es importante disponer de los necesarios recursos económicos. Los presupuestos de la Generalitat para el 2017, prorrogados este año, ascienden a más de 30.000 millones de euros. Un dinero que debe invertirse ya en políticas sanitarias, educativas, medioambientales, de dependencia, de vivienda, etcétera, que la ciudadanía demanda. Tras el decaimiento del 155 veremos si se mantiene el control de las finanzas de la Generalitat por el Ministerio de Hacienda o si la llegada de un nuevo Gobierno a la Moncloa gracias, entre otros, al voto independentista catalán tiene alguna contrapartida en este ámbito. También sería bueno que la Generalitat apueste por implicarse en la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica.
Llega, pues, el momento de gobernar. Hay que recuperar el tiempo perdido y ponerse a trabajar pensando en el conjunto de la sociedad catalana. Nada será como antes, pero el Govern de Catalunya debe mirar al futuro y ponerse a caminar. Toca hacer política.