El Nàstic vuelve a salvar el cuello
Respira aliviada Tarragona. Por fin. Su Nàstic seguirá un temporada más en el fútbol profesional tras mucho sufrimiento durante la campaña. Victoria plácida y merecida ante el Rayo en un Nou Estadi repleto (11.853 espectadores) y en modo olla a presión.
Qué grande la afición grana, qué merecida para los seguidores la salvación. Partido redondo y atrás queda un segundo curso seguido para olvidar, en una semana negra entre casas de apuestas y presuntos partidos amañados.
Nada de esto importó ayer tras noventa minutos para nota, incluido un espectacular gol de tijera de Barreiro, el 2-0, para volver a soñar el próximo curso en retos mayores, como regresar algún día a la Liga de las estrellas.
Sabía el Nàstic que ganando al equipo de Vallecas, ya en Primera División, se aseguraba la permanencia, sin tener que depender de ninguno de los resultados de los otros cinco equipos metidos en la lucha por salvar el cuello. Todo se puso de cara tras el espléndido cabezazo de Álvaro Vázquez a los once minutos.
Con los tres puntos al alcance de la mano, ni móviles ni emisoras de radio. Barreiro dejó con su golazo a la media hora el partido a pedir de boca. Salvación sin sufrimiento in extremis.
Nadie tuvo que acordarse ayer del penalti parado por Manolo Reina hace un año, cuando un puñado de corazones grana estuvieron a punto de saltar por los aires en otra última jornada al todo o nada.
Pero no hizo falta ayer recurrir a la épica y el Nou Estadi se pasó toda la segunda parte haciendo la ola. Felicidad grana por fin tras partidos y partidos amargos. La salvación, meritoria se mire como se mire en una Segunda División tan apretada, no puede aplazar la autocrítica y una profunda reforma en la dirección deportiva del Nàstic.
Por afición, ciudad, escudo y presupuesto Tarragona debe aspirar como mínimo a no sufrir para salvarse.