¡Goool de Videla!
El Mundial de Argentina, dos años después del golpe militar, se convirtió en un ejercicio de propaganda y no estuvo exento de polémica
Después de años de espera, la FIFA concedió por fin un Mundial a Argentina. La decisión se tomó en el congreso de 1966 y le correspondió el torneo de 1978, el undécimo de la historia. Sin embargo...
El 24 de marzo de 1976 el general Jorge Rafael Videla, 50 años, estirpe militar, dio un golpe de Estado. Derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón, disgregó los partidos políticos, persiguió a los opositores y clausuró el Congreso. La Junta Militar la formaban los jefes de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire: Videla, el almirante Emilio Massera y el general Orlando Agosti. La dictadura militar instauró un régimen de terror en el que cualquiera podía ser detenido y torturado hasta desaparecer sin dejar rastro. De 1976 a 1983, durante el proceso de reorganización nacional se estima que desaparecieron treinta mil personas.
El Mundial de fútbol fue aprovechado por el gobierno militar para exhibir una imagen de falsas libertades. La alegría con que se siguió el torneo, y más aún la victoria final de Argentina, fue utilizada como prueba del apoyo popular a la dictadura. La entrega del trofeo, de manos de Videla al capitán Daniel Passarella, fue un estallido de júbilo en el estadio del River Plate, el Monumental de Buenos Aires, situado a escasos cinco minutos de coche de la Escuela de Mecánica de la Armada, convertida en centro clandestino de detención, tortura y exterminio.
La propia organización del Mundial fue un compendio de las prácticas corruptas del momento. Creado por un decreto de Videla en 1976, el Ente Autárquico Mundial 78 llevó a puerto el torneo con un coste final diez veces superior a lo presupuestado y sin el menor control contable ni balance final económico. El primer presidente del comité fue fusilado, según se sospecha, por su sucesor. El control recayó entonces en otro militar, Carlos Alberto Lacoste, primo hermano de la esposa de Videla. El 21 de junio de 1978 estalló una bomba en la casa del secretario de Hacienda, Juan Alemann, que pocos días antes había cuestionado el despilfarro del Mundial, que se calcula que costó cuatro veces más que el siguiente, el que se celebró en España.
Hubo movimientos de oposición para cambiar la sede del Mundial, pero la FIFA, que presidía el brasileño João Havelange, se mantuvo inflexible. Lacoste hizo carrera luego en el organismo futbolístico, donde llegó a ocupar una vicepresidencia.
El desarrollo del torneo también tuvo su dosis de suspicacias, especialmente por el choque entre Argentina y Perú, en el que los anfitriones necesitaban ganar por cuatro o más goles para meterse en la final. Fue un 6-0 y así eliminaron a Brasil, a la que hicieron jugar horas antes para conocer con exactitud cuántos goles precisaba Argentina para su objetivo.
El peruano Oblitas ha explicado que antes del partido “entró en nuestro vestuario Videla con otros, estaba Kissinger también, algo nunca visto”. El británico David Yallop investigó el caso, entrevistó jugadores y dirigentes del fútbol y en su libro “How they stole the game” (cómo robaron el partido) explica que el pacto fue entre los gobiernos argentino y peruano y que varios futbolistas de Perú –no todos– percibieron 50.000 dólares. Además, Argentina concedió poco después una donación “extraordinaria y no reembolsable” de trigo a Perú. En cambio, quien más sospechas levantó en su momento, el meta peruano Ramón Quiroga (nacido en Argentina), no entró en el cambalache. Eso sí, ha reconocido que “hasta mi padre quería que perdiéramos”.
Argentina necesitó una prórroga pero ganó la final a Holanda, ya sin Cruyff. Pero en el último suspiro de los 90 minutos, con 1-1, Rensenbrink estrelló un balón en el poste...
El Mundial significó también el regreso de España, ausente en los dos anteriores. En el partido clave de la clasificación dejó una imagen para la historia: el madridista Juanito mostrando el pulgar hacia abajo al público de Belgrado. Le pegaron un botellazo en la cabeza y cayó redondo. Y luego, en el torneo final, una jugada inconcebible. España-Brasil, Santillana deja el balón muerto a los pies de Cardeñosa quien solo, a puerta vacía y al borde del área pequeña, se entretiene y da tiempo a que un defensa se sitúe bajo palos. Incluso así era gol claro, pero remató sin decisión ni colocación.
1978 7 de abril. Retienen a Carmen Polo Franco en Barajas con un contrabando de monedas de oro, relojes y brillantes. 11 de julio. Un camión con gas propano choca con la valla del camping de Els Alfacs y mueren 215 personas. 15 de octubre. Carol Woytila es proclamado papa como Juan Pablo II. 6 de diciembre. Referéndum por la Constitución española. Necrológicas: Santiago Bernabeu (2 de junio), Pablo VI (6 de agosto), Ricardo Zamora (15 de septiembre), Jacques Brel (9 de octubre). Estrenos: El cazador, Grease, El expreso de medianoche, Superman.