Decenas de muertos por el volcán de Fuego en Guatemela
Pánico tras una erupción volcánica cerca de la capital que arrasa poblaciones
Los volcanes, al igual que los terremotos, no avisan. La erupción en Guatemala del volcán de Fuego pilló por sorpresa al país y especialmente a los residentes en su falda, demasiado acostumbrados a convivir con los riesgos latentes de la naturaleza en este continente. La tragedia es de gran magnitud: el número de muertos fue aumentando a lo largo del día hasta los 62, pero se estima que la cifra podría crecer exponencialmente debido al alto número de desaparecidos y de localidades enterradas por lava y cenizas a las que los servicios de rescate aún no han podido llegar. Según el director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, Fanuel García, sólo 13 de los 62 cadáveres recuperados han sido identificados por el momento. Todos los cuerpos fueron localizados en las poblaciones de Los Lotes y El Rodeo.
En el área afectada viven 1,7 millones de personas. Por el momento han sido evacuadas 3.265 personas, la mitad de las cuales fueron alojadas en albergues.
El volcán de Fuego, de 3.763 metros de altura y que forma parte del Arco Volcánico Centroamericano, está ubicado a 50 kilómetros de Ciudad de Guatemala, hasta donde también han llegado los efectos de la erupción, que los vulcanólogos definen como la más fuerte de los últimos años. La primera y más violenta explosión, que provocó una nube que alcanzó los diez kilómetros sobre el nivel del mar, ocurrió el domingo a las 11 hora local (19 horas en España) y en cuestión de minutos las localidades más cercanas quedaron cubiertas por el ardiente material volcánico de hasta 700 grados centígrados: lava, cenizas y arena que al caer a tierra aceleraban las avalanchas y se extendían a través de los cauces de los ríos que circundan el cono. La erupción y sus efectos respiratorios afectan a los habitantes de tres regiones guatemaltecas, que están bajo alerta roja: Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez.
Las vibraciones por las ondas de choque se notaron en las casas situadas a 20 kilómetros del volcán y el aeropuerto internacional La Aurora de la capital permaneció cerrado durante diez horas, entre el domingo y ayer, después de que la nube de cenizas llegara a Ciudad de Guatemala. Las imágenes dantescas de los flujos piroclásticos arrasando a su paso carreteras y vehículos aumentaron el pánico entre la población.
Tras 16 horas de erupción, el cráter dio un respiro y comenzaron a llegar las primeras escenas emitidas por las televisiones al entrar en los pueblos enterrados por la ceniza. Rescatistas y reporteros, cubiertos con mascarillas, relataban situaciones desoladoras. Los socorristas explicaban que no podían entrar en las casas para buscar improbables supervivientes debido a las altas temperaturas residuales, que también percibían sólo por estar pisando el suelo. Los supervivientes, impotentes, lloraban antes las cámaras y explicaban cuántos familiares habían perdido. Bomberos que decían que en una casa había cinco, diez, veinte muertos. Paralelamente, también hubo intentos de saqueo.
“Lo que les pedimos a todos son dos cosas: calma, serenidad y verdad”, declaró el presidente Jimmy Morales tras sobrevolar en helicóptero el área afectada y antes de ingresar a El Rodeo, un pueblo completamente arrasado que ya es considerado la zona cero de la tragedia. Al hablar de “verdad”el mandatario se refería a los numerosos rumores que rápidamente empezaron a propagarse, generando pánico entre los ciudadanos. La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), el servicio de protección civil, llegó ayer a emitir un comunicado desmintiendo un mensaje de voz que se había viralizado a través de los teléfonos advirtiendo de que se iba producir un terremoto de manera inminente.
Morales decretó tres días de luto nacional y pidió “paciencia” a los supervivientes que se hallan incomunicados a la espera de la llegada de los equipos de rescate. El presidente contó que había recibido llamadas telefónicas de todos sus homólogos centroamericanos ofreciendo el envío de ayuda, así como de otros mandatarios del continente. El Ministerio español de Asuntos Exteriores aseguró en un comunicado que “se pone a disposición de las autoridades de Guatemala para prestar su colaboración y está en contacto con la Federación Internacional de la Cruz Roja para contribuir al llamamiento de ayuda”.
IMÁGENES DANTESCAS
El volcán guatemalteco estuvo 16 horas en erupción y cubrió las casas de lava y cenizas
“PEDIMOS VERDAD”
El presidente Morales pide calma ante los rumores falsos de un terremoto inminente