Un valor central
El Barcelona opta por blindar a sus puntales después de la pérdida de Neymar
Escarmentado por la marcha de Neymar al PSG, el Barcelona está en proceso de fidelización y blindaje de sus puntales y de rejuvenecimiento de la plantilla, una estrategia que ha podido apreciarse nítidamente en la ampliación de contrato de Umtiti, con una cláusula de rescisión de 500 millones.
“Pensamos que con los 500 millones a nadie se le ocurrirá venir”, bromeó Josep Maria Bartomeu, y Samuel Umtiti soltó una carcajada. Se trata del importe de la cláusula de rescisión incorporada en el nuevo contrato del defensa francés, una cifra disuasoria, un escudo de protección contra las locuras del mercado. Escarmentado por la marcha de Neymar al PSG, el Barcelona está en proceso de fidelización y blindaje de sus puntales y de rejuvenecimiento de la plantilla. La estrategia del club se aprecia nítidamente en las últimas ampliaciones de contratos que ha acometido, correspondientes al veterano Piqué y a los jóvenes Sergi Roberto y Umtiti, todos con respectivas cláusulas de 500 millones. Los fichajes, por su parte, constatan la planificación a largo plazo. Entre las incorporaciones de las últimas dos temporadas sólo Paulinho (29) es un futbolista de edad avanzada.
Umtiti es el arquetipo del proyecto de consolidación y renovación ordenadas. Es el único fichaje desde el 2015 (desde la llegada de Rakitic, Luis Suárez y Ter Stegen) que ha conseguido consolidarse en el equipo titular (Coutinho también está muy cerca) a pesar de que se presentó en el Camp Nou con 22 años, una edad muy similar a la que tenían André Gomes, Digne, Alcácer, Denis, Semedo o Yerry Mina cuando ingresaron. Dos años después, el francés amplió ayer su contrato –que con una cláusula de 60 millones había quedado desfasado– hasta el 2023 y se declaró más conmovido que el día de su presentación. “Me quedo en el Barcelona porque es el mejor club del mundo y estoy aquí, no tanto por el dinero, sino para ganar títulos. El ejemplo es Iniesta. En este club lo ha dado todo y yo quiero hacer lo mismo”, explicó el central.
Con esta actualización, la defensa titular del Barcelona queda tasada en 1.650 millones de euros, una cifra que incrementará sustancialmente si, de acuerdo con las previsiones, en la temporada que viene se procede a la extensión de Jordi Alba. Blindaje a prueba de jeques y del imperio económico de la Premier League. Existe un antes y un después de Neymar en la gestión de la plantilla blaugrana. Desde que el brasileño se abrió la puerta abonando su cláusula de 220 millones el sistema de contención se ha reforzado extraordinariamente. En este sentido, las cláusulas de Dembélé y Coutinho se elevan a 400 millones de euros y la de un secundario como Yerry Mina se sitúa en 100 millones, equivalente a nueve veces el coste de su fichaje.
La planificación de la próxima temporada persiste tanto en la línea de imponer cláusulas prohibitivas como en la estrategia de asegurar el relevo generacional. Buena muestra de ello es el anunciado fichaje de Arthur, centrocampista brasileño del Gremio que teóricamente se incorporará en julio. Tiene 21 años y el coste del traspaso se fija en 30 millones de euros más otros 9 en variables. Con una edad (22 años) y un coste de adquisición (38 millones) similares, el central del Sevilla Clément Lenglet
figura también en los planes de rejuvenecimiento del Barcelona. “Veo todos los partidos y me encanta como juega”, juzga Umtiti sobre su compatriota, que ejerció en el Nancy antes de ser localizado por el ojo clínico de Monchi, mítico ex director deportivo del Sevilla.
Umtiti, cuya mayor decepción en su trayectoria blaugrana fue la derrota de Roma, tiene claras las prioridades de la próxima campaña: “La Champions para mí es la mejor competición y tenemos que ganarla. El año que viene vamos a trabajar más por conseguirla”. Después de tres ediciones cayendo en la eliminatoria de cuartos, la plantilla necesita incrementar el nivel de competitividad. En ese escenario aparece Antoine Griezmann, compañero de Umtiti en la concentración de Francia. “Hablo mucho con él –dijo el central–. Hablamos de la Playstation o sobre comida, pero de este tema (su fichaje por el Barça), no. Es un jugador fantástico que puede ayudar a todos los equipos del mundo”.