Ucrania pide un cambio de presos tras la campaña por Oleg Sentsov
El cineasta fue condenado en Rusia a 20 años de prisión por terrorismo
En los últimos cuatro años el director de cine ucraniano Oleg Sentsov, aclamado por su película Gamer, del 2011, ha estado viviendo en varias prisiones de Rusia. Un tribunal ruso le condenó en el 2015 a 20 años de prisión por terrorismo, aunque él y sus seguidores aseguran que fue un amaño y un castigo por su activismo en la revolución prooccidental del Maidán y su oposición a la anexión de la península de Crimea, en el 2014. En mayo inició una huelga de hambre que el pasado fin de semana animó una protesta internacional en 80 ciudades de 25 países, y también en las redes sociales: #SaveOlegSentsov. Al impulso de esta campaña, Kíev hizo ayer pública la idea de entregar a Moscú a 23 ciudadanos rusos condenados en Ucrania a cambio de Sentsov y otros ucranianos condenados en Rusia.
La propuesta la anunció la vicepresidenta de la Rada (parlamento), Irina Gueráschenko. Según ella, los representantes de Kíev propusieron esta iniciativa a la parte rusa el 30 de mayo, en la última reunión en Minsk (Bielorrusia) para regularizar la situación en el Donbás, donde desde hace cuatro años se libra un guerra entre el ejército ucraniano y las milicias prorrusas de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Luhansk (RPL). Los acuerdos de Minsk de 2015 lograron congelar el conflicto.
Del 1 al 3 de junio activistas de todo el mundo organizaron una campaña en apoyo a Sentsov. Su intención era llamar la atención de la comunidad internacional sobre las persecuciones políticas en Rusia y llevar el caso de Sentsov y otros presos ucranianos a la próxima cumbre del G-7, en Canadá.
Según Radio Svoboda, en Alemania participaron siete ciudades. En Berlín los manifestantes, vestidos de negro, se iban turnando y llevaban consigo un reloj para recordar la actual huelga de hambre que lleva a cabo el cineasta en su actual prisión, en Yamalia-Nenetsia (Ártico).
En Ucrania la acción de apoyo a Sentsov se siguió en tres decenas de ciudades. En Varsovia y Cracovia (Polonia) y en Tel Aviv (Israel) los participantes mostraron tarjetas rojas al Kremlin. En Praga los activistas organizaron una huelga de hambre por turnos, una persona cada día durante el tiempo que dure la protesta de Sentsov.
Esta campaña ha tenido el apoyo del presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, quien en un mensaje en Facebook prometió seguir luchando por la libertad “de todos los prisioneros políticos y rehenes ucranianos en Rusia”. La OSCE hizo ayer un llamamiento a Rusia para liberar a Sentsov a través de una carta enviada al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, por el representante de Libertad de los medios, Harlem Désir. A Rusia también llegó la campaña, aunque fue minoritaria. Además, la policía detuvo a cuatro activistas en Moscú y San Petersburgo.
Oleg Sentsov, que nació en 1976 en Simferópol, capital de Crimea, anunció una huelga de hambre indefinida el 14 de mayo para exigir la liberación de quienes considera presos políticos ucranianos en Rusia. Entonces fue trasladado a una celda individual para que los médicos controlaran su salud.
Ayer, un tribunal de Moscú condenó a 12 años de cárcel al periodista ucraniano Román Súschenko por espionaje. Ucrania y la OSCE pidieron su libertad.
La acción, seguida en 80 ciudades de todo el mundo, pretendía llevar el caso a las discusiones del G-7 en Canadá