El ridículo más espantoso
Un Barça sin actitud sucumbe de 25 en el primer partido de semifinal en Vitoria
Mucho tendrá que mejorar el Barça Lassa, reinventarse o volver a nacer como equipo, si quiere cambiar la historia que parece ya escrita: la que dice que el Baskonia, con el factor pista a favor, nunca ha perdido una eliminatoria de semifinales contra el equipo catalán. Tres veces las ganó, y ayer empezó a escribir la cuarta con un señor repaso al conjunto de Svetislav Pesic. Sobre todo en un segundo cuarto calamitoso para los blaugrana, que encajaron un demoledor parcial de 17-3 en los últimos 5m30s antes del descanso que les hundió. El Barça, sin actitud ni orgullo, acabó protagonizando uno de los mayores ridículos que se recuerdan en su última época oscura.
Ya advirtió Pesic en la víspera que el Baskonia “tiene pocos puntos débiles y un gran equilibrio”, además de “más argumentos y más calidad individual que el Andorra”. Se sabía bien la teoría el técnico balcánico, pero a la práctica, su equipo hizo aguas, lastrado, es cierto, por las bajas sensibles de
PARCIAL DECISIVO
El Barça encajó un 17-3 en los 5m antes del descanso y ya no levantó cabeza; llegó a perder de 30
Pierre Oriola y de Pau Ribas, dos jugadores de cáracter, lo que más le hace falta a este equipo indolente. De manera que Heurtel se quedaba como único base puro (el otro, Phil Pressey, no está inscrito en los playoffs).
La gran incógnita, quién daría relevos al francés en la dirección, se resolvió en el segundo cuarto: Adam Hanga, el atlético alero húngaro, ejerció de base al inicio de la segunda manga. Y no lo hizo nada mal. De hecho, con el magiar en posición de uno el Barça jugó los mejores minutos: del 20-15 del primer cuarto pasó al 24-23, la mayor aproximación, precisamente con un tiro libre del húngaro.
Pero fue un mero espejismo, vidilla que le dio el Baskonia, porque los de Pedro Martínez se largaron cuando les apeteció pisar el acelerador. Y coincidió, mira por dónde, con el regreso de Heurtel a pista. Con el francés, en esos 5m30s hasta la bocina del descanso, el Baskonia asestó un doloroso 17-3 al Barça, acribillándole a triples, hasta 5 en el segundo cuarto, para distanciarse hasta un +19 (47-28) que hacía mucho daño a los blaugrana, inexistentes en defensa. “Hemos perdido el control del partido y no lo podemos permitir”, admitía Hanga camino de los vestuarios.
En la reanudación sólo se agudizó la hemorragia del Barça, que cerró el tercer cuarto 27 puntos abajo (67-40), con el equipo ya totalmente roto, sin nada a lo que aferrarse, sin competir, sin actitud. Sin alma y sin vergüenza. De modo que le sobraba el último cuarto, en el que remató el ridículo al llegar a perder de 30 con el 86-56 de Granger. Un parcial de 0-5 final le sirvió para encoger un poco la miseria.
“Todo el mundo ha visto que jugar aquí sin defensa no nos daba opción ni de ganar ni de jugar buen baloncesto. Esperamos la reacción, pero ha sido difícil controlar el juego de Baskonia”, decía un Pesic cariacontecido, sin respuestas. Tiene trabajo para levantar a este equipo en 48 horas. Próxima cita: mañana a las 21h, en Vitoria.